¿Por qué se llevó esposada al juicio a la menor del caso Oltra cuando era la víctima?

El informe señala que el traslado de la menor desde el centro de Burjassot hasta la Ciudad de la Justicia se produjo por parte de dos funcionarios con amplia experiencia en este tipo de actuaciones, «habiendo tenido siempre una actitud ejemplar».

Los funcionarios, según el informe, no disponían de ningún tipo de información sobre el caso y fueron acompañados por una educadora del centro donde recogieron a la niña y por una abogada. «Esas dos personas nunca manifestaron su desacuerdo porque fuera engrilletada». Es más, el informe señala que la educadora apuntó que la niña mantenía intenciones de fugarse, que así lo manifestaba y que ya había estado cuatro meses sin acudir al centro. Los agentes mantuvieron el protocolo habitual en este tipo de casos. La menor fue trasladada en un coche camuflado y esposada con las manos por delante para evitar lesiones.

Los agentes aseguran que no percibieron, tras hablar con la magistrada de la audiencia -esta dijo que la niña estaba nerviosa, llorando y que preguntó por qué iba esposada si era la víctima- de que se les diera la orden de que se le quitaran los grilletes a la niña, «sino que sólo se les solicitó por qué iba engrilletada si era la víctima». El informe insiste en que los dos agentes desconocían en calidad de qué estaba allí la menor.

Finalmente, a la víctima se le quitaron las esposas momentos antes de entrar en la sala y aseguran que la menor estuvo hablando distendidamente con la educadora sin que dijera nada de las esposas.

El Comisario Jefe señala que los dos funcionarios «actuaron con total profesionalidad» en el traslado, «velando por la dignidad y derechos de la menor, en el marco de la legalidad y a tenor de lo establecido por la normativa específica en la materia de protección de menores».

El informe es también la respuesta al escrito de la magistrada de la Audiencia que señaló que el 7 de noviembre de 2019, al ir a ver la a menor víctima «sentada, llorando y engrilletada» junto a otras dos mujeres. La magistrada, ante esa situación, asegura que pidió a la agente que le quitara las esposas «inmediatamente». La funcionaria policial, según la magistrada, señaló que sólo lo haría en la sala de vistas bajo responsabilidad de la magistrada y que ahí, en la sala, no lo podía hacer porque ese era el protocolo.

Al final, y después de que la magistrada no pudiera contactar con el superior de los dos agentes, se inició el juicio y a la menor víctima se le quitaron los grilletes instantes antes de entrar en el parabán que la protegía del educador, que finalmente fue condenado a cinco años de prisión aunque la sentencia está a la espera de la decisión del Supremo.

Tras el juicio, y según señala la magistrada, el subinspector se personó en el despacho para informar que no sabían en calidad de qué estaba allí la menor, que nadie del centro de menores les había informado y se disculpó por lo sucedido.

A pesar del informe de la magistrada, desde la unidad de la Policía Nacional se mantiene que la actuación de los dos agentes fue ajustada al protocolo.