Los investigadores continúan trabajando para desenredar la compleja red financiera que manejaba Eduardo Zaplana para mover las supuestas comisiones por los parques eólicos, la privatización de las ITV y la construcción del parque de Terra Mítica. En el sumario se apunta a que parte de ese dinero llegó a las cuentas de Joaquín Barceló en Andorra. Pero, ¿cómo? En un principio se habló de ingresos en efectivo. Realmente es algo más complejo. La UCO investiga un método que se conoce como blanqueo por compensación, una modalidad muy similar a las que utiliza Al Qaeda para mover dinero entre países sin que el efectivo realmente viajara. Para esta operación, los imputados contaron con la colaboración o complicidad de la Banca Privada Andorrana.
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Un miembro de la red de Zaplana se reúne con una persona, habitualmente un empresario, que tiene cuenta en Andorra y a quien le urge disponer de dinero en efectivo. Los encuentros normalmente se realizan en hoteles para conservar la discreción. El integrante de la trama del expresidente le da el efectivo y el industrial se marcha con el dinero. Durante la transacción, un empleado de la banca privada es testigo de que se ha producido la entrega. A continuación, realiza una transferencia desde la cuenta del empresario en el extranjero al depósito del blanqueador, también en el extranjero. El dinero ha viajado hasta el país vecino sin moverse más allá de una habitación de hotel. El empresario, por otra parte, logra tener dinero en España sin el riesgo de cruzar la frontera. Andorra ha sido durante muchos años uno de los paraísos financieros preferidos por determinada burguesía valenciana y catalana.
Los investigadores continúan revisando el destino final de ese dinero. Pero no es algo que sea determinante porque el juzgado ya tiene recuperados alrededor de 11 millones de euros, entre efectivo y propiedades, una cifra inédita en otros casos de corrupción en los que resulta complicado conseguir retornar parte de lo malversado. El éxito de esta operación se debe, en parte, a la confesión obtenida por el testaferro uruguayo Fernando Belhot. La Audiencia acaba de validar el inicio de la instrucción, con los papeles hallados en un registro del caso Imelsa, y la colocación de micrófonos ambiente en un hotel de Madrid.
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