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m. hortelano
Sábado, 31 de octubre 2020, 00:39
Cada presupuesto tiene detrás una historia y la de este año está enterrada en miles de millones de euros de origen desconocido. Unos dicen que vendrán de Madrid, otros, que de Bruselas. Son las mismas cantidades que otros ejercicios llenaban la partida ficticia por la infrafinanciación, pero con distintos apellidos. Y esa lluvia de millones ha permitido al equipo de la Conselleria de Hacienda jugar con las filias y fobias del resto de departamentos de la Generalitat, haciendo a todos desconocedores de las cartas con las que jugaba el conseller de al lado. Una suerte de engaño consentido en el que presupuestos ya sabía que podía ganar al juego de envites en las cuentas de aquellos que te piden cinco sabiendo que a lo que quieren llegar es a tres y medio.
Y este año, la cifra clave era 2.000. Esos son los millones que distintas fuentes del Gobierno valenciano reconocen que marcó la barrera psicológica que trató de romper la vicepresidenta, Mónica Oltra, con el presupuesto de su conselleria. Su departamento, el que alcanza mejores cifras en las partidas sociales, logra datos de récord, y duplica las cifras con las que echó a andar hace cinco años. Pero casi todos en el Consell apuntan a que este año Hacienda consiguió aislarla, contentando al resto de departamentos de Compromís con buenas estrenas para garantizarse los apoyos. En especial, Economía y Educación.
De hecho, 24 horas antes del pleno de ayer, el presidente de la Generalitat desveló en la sesión de control de Les Corts las cifras clave de las cuentas. Algo insólito. Dicen que lo hizo enfadado por la pregunta del síndic de Compromís sobre las cuentas, pero también para lanzarle un mensaje a su vicepresidenta: hay acuerdo de todas las partes. La noche fue tensa, pero no explosiva. De hecho, ayer por la mañana, en la comisión delegada de Hacienda no había acuerdo, pese al anuncio de Puig. Compromís apretó hasta el final por 15 millones de euros extra. Migajas en un presupuesto de más de 25.000 millones en el que las cartas a los reyes magos han traído juguetes nuevos para todos. Para todo menos para Transparencia, que visto el total del asunto, ha recibido carbón.
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