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El exconseller de Educación, Vicent Marzà, anunció el pasado miércoles que encabezará una candidatura a las primarias de Compromís por Castellón. Su presencia en ... Les Corts está, pues, garantizada. ¿Seguro? Nada es eterno en el caso del dirigente nacionalista. Su presencia al frente de la lista de la coalición por Castellón de cara a las elecciones autonómicas que presumiblemente se celebrarán el 28 de mayo no cierra la interminable novela que desde hace cuatro años se escribe en la coalición nacionalista, y que podría titularse con una pregunta que amenaza con ser eterna: ¿Qué será de Marzà? Cada poco tiempo, la pregunta se reformula, porque la respuesta también cambia. A pesar de que con toda probabilidad se sentará en un escaño en Les Corts, el tiempo que permanezca en él es difícil de determinar. Que salte a la lista de las elecciones generales es una opción posible y también probable.
Fuentes vinculadas a la dirección de Més admiten que el exconseller tomó la decisión definitiva de repetir en las listas autonómicas hace pocas semanas. Durante meses, la cúpula del partido nacionalista, mayoritario en Compromís, no sabía cuáles eran las intenciones del exconseller. Cuando finalmente se conoció su intención de optar a las listas autonómicas, tampoco descartó ante los suyos (ni la dirección de Més le puso en la disyuntiva) optar en el futuro a encabezar la lista de Compromís de cara a las elecciones generales que se celebrarán probablemente a finales de año. De esta manera, Marzà se convertiría en el sustituto de Joan Baldoví como representante de Compromís en el Congreso, si es que logran representación a nivel nacional.
La dirección de Més lleva exactamente un año un muy desorientada respecto al futuro de Marzà. En realidad, la confusión se arrastra desde el inicio de la presente legislatura autonómica. El suspense continuará en el comienzo de la próxima. El exconseller podría saltar del escaño en Les Corts que obtenga en mayo al del Congreso, seis meses más tarde. Marzà aspira a cobrar un protagonismo similar al obtenido por Joan Baldoví, uno de los diputados nacionales más conocidos a nivel mediático.
Junto al exalcalde de Sueca, que ahora opta a sustituir a Oltra como candidato a la Generalitat por Compromís, viajó a finales de noviembre a Bruselas para defender iniciativas vinculadas con el sector azulejero de Castellón. Aquello se pudo interpretar como una presentación en sociedad (internacional) del que podría convertirse en el sucesor de Baldoví. Ganas no le faltan a Marzà, si bien públicamente nunca lo ha manifestado, aunque sí lo ha insinuado a nivel interno.
A finales de 2021, Fran Ferri, entonces síndic de Compromís, anunció que dejaba la primera línea política y se volvía a la empresa privada. Marzà alzó la mano. Quería convertirse en el nuevo portavoz parlamentario y así dejar una conselleria, la de Educación, en la que permanecía ya con la sensación de ciclo agotado. Fuentes de Compromís señalan que Marzà ya quiso cambiar de cartera en 2019, durante la configuración del actual Consell, sin éxito. Tampoco logró sustituir a Ferri hace un año.
En el último momento, Més le instó a continuar en el Ejecutivo valenciano y fue Papi Robles la que se convirtió en síndica. Fue también Robles la que quedó en evidencia cuando el presidente Puig anunció su intención de hacer cambios en el Consell. Preguntada un martes, Robles, presente ese lunes en una reunión directiva donde se debatió el asunto, negó que Compromís fuese a realizar relevos. Ese miércoles, Marzà anunció su dimisión.
Desde entonces, el exconseller se convirtió en diputado, al que se le buscó acomodo como adjunto. Su magnífica relación con Puig se mantiene. En mayo, a un año de elecciones, la dirección de Més no tenía nada claro quién optaría a encabezar la lista de Compromís en Castellón. El relevo natural de Marzà era Mònica Àlvaro. Sin embargo, la diputada es una de las cabezas visibles del sector crítico con la dirección nacionalista, así que se barajaron otras opciones, como la de Enric Nomdedéu, actual secretario autonómico de Economía.
La dirección de Més sabía que Marzà contemplaba con agrado saltar a Madrid si finalmente Baldoví dejaba el Congreso. La caída de Oltra precipitó el retorno del diputado nacional. Finalmente, después del verano, Marzà mostró su voluntad de repetir en las listas autonómicas. En reuniones con la dirección de Més, el exconseller expresó su deseo de continuar como diputado autonómico. La cúpula nacionalista logró, así, contar con su primera opción como candidato.
La salida de Marzà de Educación incluyó un anuncio por parte del exconseller de su deseo de iniciar una etapa fuera del Ejecutivo valenciano, y parece complicado que un año mas tarde pueda optar a otra cartera en el Gobierno autonómico. Sin embargo, en las reuniones con la dirección de Més no se ha descartado en ningún momento que Marzà se convierta en el sustituto de Baldoví como cabeza de lista al Congreso.
Cuando alguna voz ha discrepado del salto de un escaño a otro, ha sido ampliamente rebatida, sin que Marzà se haya pronunciado claramente sobre el asunto. Para ello, también es importante mantener una buena sintonía con Iniciativa, el partido de Oltra, cuya principal baza electoral ahora es Aitana Mas, para la que Baldoví pidió el voto en las primarias para encabezar la lista en Alicante.
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