![Mazón sube a la tribuna de Les Corts.](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/11/15/_JS_4852-ksVB-RtGc95AUnO2A64ubADGQ13J-1200x840@Las%20Provincias-LasProvincias.jpg)
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Burguera
Viernes, 15 de noviembre 2024, 23:47
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, compareció este viernes en Les Corts, una intervención esperada, ansiada, para dar su versión de todo lo que pasó durante la DANA, cuál fue la gestión del Consell y qué pretende hacer en el futuro. La oposición criticó su actuación en diferentes grados, y mientras Vox consideró que el Consell lo hizo «muy mal», la izquierda reclamó la dimisión de Mazón, que replicó afirmando que su intención es «no escatimar esfuerzos en la recuperación», y que «si no soy capaz de liderar la reconstrucción de Valencia, asumiré mi responsabilidad política y no optaré a la reelección».
Mazón aseguró desde el inicio que su intención era «hacer autocrítica», que se centró en que se actuó tarde, tanto la Generalitat como el resto de Administraciones, si bien no dejó de recalcar que las previsiones meteorológicas se quedaron cortas y que la brutal riada fue un fenómeno muy por encima de las previsiones, ante lo cual, todos se vieron superados. En este sentido, hizo una especial incidencia en la actuación de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), por entender que la entidad dependiente del Ministerio de Transición Ecológica no ofreció los datos necesarios para que Emergencias tomase decisiones con más premura. Esa falta de diligencia de la CHJ (calificó de «apagón informativo» la falta de datos sobre el caudal del barranco del Poyo durante unas horas en que creció de una manera salvaje), Mazón la emparejó con las escasas inversiones llegadas del Estado para las infraestructuras hídricas que durante el 29 de octubre se vieron absolutamente desbordadas, y repitió en varias ocasiones que sólo había un medidor en todo el cauce del barranco.
El PP arropó al presidente de la Generalitat con un par de aplausos por parte de la bancada popular en Les Corts, los únicos que se escucharon durante toda la sesión plenaria. La oposición fue dura, muy dura, aunque Vox no pidió la dimisión del presidente, que sí exigieron tanto el PSPV como Compromís, ante lo cual Mazón consideró que estaba ante una izquierda que actúa con «tacticismo» y que realizó un discurso repleto de «cálculo político», reiteró el presidente, que en todo momento echó en falta más apoyo e iniciativas de la oposición de cara a la reconstrucción. Mazón, después de lamentar que algunas de las críticas recibidas (incluyendo ahí lo que consideró «ataques personales») eran bulos malintencionados, pidió mirar al futuro para encarar la reconstrucción mientras que PSPV y Compromís negaban la posibilidad de darle margen al jefe del Consell por considerar que su crédito se ha agotado.
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La sesión no fue crispada en lo que se refiere al cruce de comentarios. Se guardaron los turnos de palabra con respeto, sin dar rienda suelta al guirigay que en otras ocasiones se desata cuando el debate se calienta. No obstante, sí fue un pleno tenso, espeso, grave, muy largo para constar de un único punto (seis horas de debate con un receso de una hora para comer), en el que nadie estaba cómodo porque la situación no daba cabida al relajo en las formas ni en el fondo.
El jefe del Consell hizo hincapié en que el fenómeno meteorológico superó todas las previsiones, sistemas y capacidad de la Administración, la suya, la autonómica, y las vinculadas con el Gobierno. La insólita magnitud de la riada fue reseñada por Mazón para destacar el modo en que los responsables públicos no reaccionaron a tiempo lo que, posteriormente, generó una sensación de abandono entre los afectados por la DANA.
El presidente pidió disculpas por los fallos de los protocolos, de todo el sistema y reconoció errores de todo tipo, incluido la eliminación de un mensaje suyo señalando que la DANA iba a rebajar su intensidad, que ha justificado porque «pretendía eliminar una información que, tal y como habia evolucionado la situación, podía resultar confusa y quedaba obsoleta».
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«El sistema no respondió como debería. Fallaron demasiadas cosas, falló el sistema entero ante un fenómeno de una magnitud insólita. Se hizo lo mejor que se pudo en la situación que se estaba y con los recursos que se tenía, pero fue insuficiente. No voy a eludir ninguna responsabilidad. No me voy a esconder detrás de trincheras competenciales. Hacemos autocrítica. Hubo cosas que no se hicieron bien, y lo reconocemos para detectar los fallos y que nunca se vuelva a repetir. Nuestra obligación es dar la cara», indicó Mazón en medio de un silencio sepulcral len Les Corts. El mensaje era claro y lo repitió en varias ocasiones y de diversos modos: «Llegamos tarde, pido disculpas».
Mazón afirmó que no iba a «negar fallos, ni es posible hacerlo ni sería útil, porque demostraría que no hemos aprendido nada ni somos capaces de mejorar por interés político. La situación ha deteriorado la confianza de los ciudadanos en las instituciones, por lo cual, las palabras nuestras, de todos aquí, todos, no debemos defraudar». El jefe del Consell se extendió en señalar que la DANA estaba advertida como una situación de lluvias torrenciales, pero «lo que ocurrió superó todas las previsiones, con brutales riadas.», por lo que la situación real fue «atípica y excepcional, de una magnitud desconocida. La intensidad fue inusitada. Incomparable con cualquier otra catástrofe nacional de la historia reciente de España. Y por eso se extendió la idea entre la población de que no llegaba la ayuda. Quiero pedir disculpas a los que se sintieron abandonados porque los protocolos de ayuda no fueron suficientes. La catástrofe era tan colosal que superó nuestros protocolos. No es comparable con nada. La riada más grave en medio siglo».
La comparecencia arrancó a las 11.30 horas. Mazón estaba en Les Corts ya a las 9 horas, y desde el parlamento valenciano se conectó con el CECOPI. Los consellers llegaron entre las 9.30 y las 10 horas, unos a pie y otros en coche oficial. El gesto de conselleras como Pradas o Montes era muy serio, no más que el del resto, si bien ellas están señaladas por su gestión. Pradas, escuchando a Mazón, asintió inicialmente, si bien luego adoptó una actitud de profunda aflicción.
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«La gestión de la catástrofe requería sobrepasar los protocolos establecidos. La respuesta que dimos la Administraciones se realizó sin información y coordinación, y debía ser más rápida. Hemos aprendido, políticos y técnicos, que necesitamos cooperación. Hacemos un ejercicio de autocrítica y sabemos que son necesarias las medidas que ya se aplican en otras cuencas (como la del Ebro), las inversiones de canalización. La prioridad de este Gobierno se encomienda a la reconstrucción con la dolorosa convicción de que se pudo hacer mejor. Hoy, ante ustedes reconozco la magnitud de lo ocurrido, un dolor que merece una reflexión profunda. Soy consciente de que era necesaria una reacción más rápida, coordinada y explicada. En ocasiones no fue suficiente un trabajo sin descanso. He recibido las críticas y no las rechazo, sino que son una herramienta para mejorar y aprender, revisar los protocolos. Acepto las críticas y no las interpreto como ataques, sino como voces de una ciudadanía que merecía una mejor respuesta, una respuesta que no fue lo eficaz que necesitaba, y hay que pedir disculpas. Cada uno tiene su estrategia y entiendo que se puede hablar desde la indignación, pero el dolor no tiene propiedad, lo sentimos todos», concluyó Mazón en una primera intervención durante la cual anunció la creación de una vicepresidencia para la reconstrucción y de una conselleria exclusiva para las emergencias, sin desvelar si habrá dimisiones o ceses en su Gobierno.
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