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Otro lío en el PP a costa de la cumbre de los populares europeos. No tiene bastantes problemas la delegación valenciana como para añadirle nuevas ... preocupaciones. El cónclave de los dirigentes europeos se iba a celebrar en Valencia el próximo mes de abril. Pero ahora planea la duda de si podrá organizarse finalmente en la capital del Turia. Feijóo aludió el pasado jueves a problemas de agenda del Congreso. Pero a nadie se le escapa que tras esta repentina incertidumbre se esconde la crisis de reputación que sufre Mazón y en la que Feijóo trata de evitar el contagio.
El presidente valenciano, en cualquier caso, siguió la tesis del pasado jueves de Feijóo y afeó las «pegas» que está poniendo la presidenta socialista, Francina Armengol. El jefe del Consell, que asistió a la presentación de un decreto en el ámbito de la simplificación administrativa, se pronunció acerca de la posibilidad de cambiar el lugar del congreso del Partido Popular Europeo (PPE) tras la negativa «tajante» de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, a mover la sesión plenaria. «No lo sé, no me corresponde a mí», señaló respecto a un eventual cambio de emplazamiento.
«En cualquier caso –continuó– el Partido Popular Europeo es el partido mayoritario, es el que cuenta con mayor número de responsables políticos en toda Europa y, por cierto, es un honor pertenecer a él».
La versión desde la presidencia del Congreso de los Diputados resulta diferente. Desde ese órgano recordaron a Mazón que el calendario de plenos del Congreso del mes de abril fue aprobado por todos los miembros de la Mesa de la Cámara, incluido el PP.
Las citadas fuentes recordaron que el calendario de plenos de este periodo de sesiones (febrero-junio) se aprobó en la reunión de la Mesa del Congreso del pasado 4 de febrero con el apoyo de todos partidos con representación en la misma, dando traslado a la Junta de Portavoces, donde el PP pidió verbalmente un cambio en el calendario para que no coincidiera con el citado congreso, a lo que no accedieron el resto de grupos, por lo que finalmente la agenda de plenos quedó aprobada por unanimidad. No hubo más peticiones ni de manera verbal ni por escrito para forzar un cambio de fechas.
Los medios también preguntaron al 'president' si ha hablado con Feijóo durante los últimos días, cuestión a la que el líder de los 'populares' valencianos respondió que suele departir «bastante a menudo» con él «de la reconstrucción que necesita Valencia». «Es la prioridad de él y la mía», aseveró. Durante los días posteriores a la tragedia, ya comentó que había informado al dirigente acerca de la situación vivida y los avances que se iban registrando.
Pero no parece que las relaciones entre Génova y Valencia atraviesen un momento óptimo. Ni mucho menos. Ha habido varios desencuentros. Por ejemplo, durante los primeros días de la tragedia indicó que el Gobierno debió declarar el nivel 3 de emergencia y asumir la gestión de la catástrofe. Algo que Mazón no comparte. Más tarde, el máximo responsable del PP admitió que el presidente estuvo «noqueado» durante los primeros días de la tragedia.
La puntilla a esta escalada de trabas se produjo el pasado 24 de marzo cuando el presidente se desplazó a Madrid para dar una conferencia en el hotel Ritz en la que supuestamente pretendía relanzar su gestión. Ocurrió casi todo lo contrario. A esa misma hora, Feijóo, en una televisión nacional, evitaba confirmar la candidatura de Mazón en unas eventuales elecciones. «Haremos lo mejor para Valencia», vino a decir.
El síndic del PSPV en Les Corts, José Muñoz, por su parte, afirmó que Mazón se ha convertido en un «apestado» y en un «activo tóxico» tanto para la Comunitat como para «el conjunto del Partido Popular» por su gestión de la dana. «Y su radioactividad ha llegado a Europa», añadió.
Muñoz cree que se trata de «la última demostración de que en su propio partido nadie quiere a Mazón». Se ha vuelto a preguntar por qué el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, «permite que Mazón continúe al frente de la Generalitat».
El partido socialista lleva más de una semana amagando con presentar una moción de censura si el líder de los populares no fuerza a su 'barón' a marcharse. Sin embargo, pese a la inacción desde Génova, los socialistas siguen sin dar el paso.
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