Mazón contrarresta la exigencia de que dimita con la inacción del Gobierno ante la dana

Una crítica furibunda. Ahora mismo, los caminos de la izquierda y la derecha se distancian cada vez más. Frente a las reclamaciones de que dimita, tanto Mazón como, también, su vicepresidenta primera, Susana Camarero, han replicado con la falta de celeridad del Gobierno central. Sánchez y su inacción, o su acción inadecuada, han servido para que el PP replicase a la izquierda: a los socialistas, por autores, y a Compromís, por cómplices y «dar la cabotá».

El Ventorro es la Meca de la oposición en este momento. Todas sus intervenciones acaban allí, en la comida de Mazón el día de la dana, lo que desencadena la petición de su dimisión. Por activa o por pasiva, socialistas y nacionalistas reclaman la marcha del presidente de la Generalitat. «Ustedes quieren que la gente se olvide de dónde estaba Mazón», ha señalado posteriormente Isaura Navarro, de Compromís, «y en qué condiciones estaba, y no se van a olvidar». Ese tipo de comentarios también los ha realizado el síndic del PSPV, José Muñoz, para quien el jefe del Consell no da más detalles sobre aquella tarde, la del 29 de octubre, «porque avergonzaría a su partido e incluso a su círculo más cercano». Insinuaciones en un sentido muy personal.

El presidente de la Generalitat, por su parte, no ha entrado al trapo. Mazón ha encarado su discurso hacia el Gobierno, hacia la falta de aportaciones directas a la Generalitat, la lentitud en la aprobación de ayudas a los afectados, la falta de medidas de alivio en los impuestos... y también la ausencia de Pedro Sánchez, que no tiene mucho que hacer en la Comunitat.

Mazón, de paso, ha cargado contra la «medio líder» del PSPV, sin nombrarla, Diana Morant. En ese terreno se ha encontrado con Vox. Si bien los voxistas tenían preparados una serie de reproches contra el Consell, centrados en la figura de Gan Pampols, los voxistas no han perdido la oportunidad de recordar la falta de empuje del Gobierno central de cara a realizar aportaciones a la Comunitat. La izquierda, ciertamente, no parece muy cómoda tampoco cuando se les menta a Sánchez y el atasco en la concesión de ayudas, una falta de aportaciones que los voxistas incluso han motivado en que Sánchez quiere vengarse de los valencianos por haber sacado al Botánico del Consell.

Mientras el Gobierno central no logre agilizar su actividad en todo lo relacionado con la Comunitat, el Consell y Vox continuarán arremetiendo contra esa displicencia de la Administración del Estado. Mazón ha repasado la actividad del Consell y las reclamaciones al Gobierno que no se atienden.

«Ni una propuesta, ni una iniciativa ni una reivindicación al Gobierno de España», ha lamentado Mazón sobre la intervención de Baldoví. En la bancada de Compromís han enseñado carteles: «Dimisión». Esas dos actitudes resumen muy bien los dos caminos divergentes del Consell y la oposición. Para Camarero, la izquierda está «en el espectáculo» haciendo una «oposición inútil», y se ha preguntado por qué no le preguntan por la gestión del Consell frente a la dana, y se responde: «Porque no les importa».

Por su parte, el teniente general y vicepresidente segundo, Gan Pampols, ha podido constatar que no tiene una relación demasiado fluida con Les Corts. No acudió a la última sesión de control al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, en el parlamento, la de diciembre, cuando la tensión fue de enorme nivel. Había acudido antes, a otro pleno, su estreno, y se le notó especialmente incómodo. Este jueves ha asistido a otra sesión de control, la primera de este año, y ha recibido un serio reproche por parte de Vox, que no es precisamente un partido que se sienta desafecto frente al estamento militar. Varios de sus cargos electos han pertencido al sector castrense. Sin embargo, el síndic voxista, José María Llanos, ha elegido a Gan Pampols como la diana de sus críticas de hoy al Consell del PP.

Los populares, además, han tenido que «tragarse el sapo» de que uno de los decreto que traían al parlamento, el dedicado a la movilidad de los sanitarios, se tramite como proyecto de ley y no se apruebe directamente, ya que los voxistas no estaban de acuerdo con algunos de los elementos del decreto. En cualquier caso, nada comparado con las críticas de José María Llanos, síndic de Vox, hacia Gan Pampols, que frente a las arremetidas del partido de Abascal se ha quitado las gafas y observado con detenimiento a Llanos mientras el voxista advertía a Mazón que, lo mismo, tiene «al enemigo en casa» tras fichar al teniente general.

Llanos considera que Gan Pampols juega a no querer tomar partido entre el Consell y el Gobierno central, y dar la de cal y la de arena. De hecho, después de Llanos, otra diputada de Vox, Ana Bellver, ha indicado que, para su partido, el «conseller de la reconstrucción» no es el vicepresidente segundo, sino el conseller de Medio Ambiente e Infraestructuras, Martínez Mus. El síndic voxista, durante la sesión de control, ha considerado que los argumentos de Gan Pampols «blanquean de alguna forma» al Gobierno de Sánchez. Llanos ha afeado al vicepresidente segundo que secunde los argumentos del Gobierno sobre los fondos europeos. Además, el portavoz de Vox le criticó por considerar que había rebajado la responsabilidad de la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, en todo lo relacionado con la gestión de la dana y las emergencias. En este sentido, Llanos se ha dirigido a Mazón cuestionando la idoneidad del perfil de Gan Pampols para el puesto además de preguntarse «si no tiene metido al enemigo en casa».