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Carlos Mazón ha señalado con meridiana claridad la responsabilidad de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y de su máximo responsable, Miguel Polo, en la ... información que recibió el centro de emergencias el pasado 29 de octubre, cuando la DANA que azotó la provincia de Valencia disparó los caudales en el barranco del Poyo, que derivaron en la riada que arrasó varias comarcas valencianas y se cobró la vida de más de 200 personas.
Mazón ha denunciado que la CHJ, a diferencia de lo que ocurrió con la información que aportó de la presa de Forata, aportó información «fragmentada, inexacta y tardía» en relación con el incremento de caudales registrado en el barranco del Poyo. En concreto, el jefe del Consell ha denunciado un «apagón informativo de dos horas y media», que es el periodo de tiempo que transcurrió entre las 16.13 horas de ese martes, cuando la CHJ avisa que el caudal en el barranco del Poyo es de 28,7 metros cúbicos por segundo, y las 18.43 horas, cuando avisa con un correo electrónico que ese caudal va por los 1.686 metros cúbicos por segundo. «Un correo electrónico entre 214», ha remachado.
El jefe del Consell ha recordado que durante esa misma jornada, a las 13.42 horas, las 15.04 horas y las 16.13 horas, la CHJ viene informando de descensos en el caudal de ese barranco. A las 17.00 horas se constituye el Cecopi, el órgano en el que están representados los distintos cuerpos de emergencias, con la presencia telemática de Polo y de la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé.
Y sin embargo, ha detallado, Polo no aporta información ni comentario alguno respecto a esa subida de caudal en el Poyo. Todo lo contrario de lo que ocurre con la presa de Forata, que es el que provoca que se lance un SMS a las 20.12 horas de alerta a los teléfonos móviles.
El aviso del descomunal caudal que baja por el Poyo no llega hasta las 18.43. Mazón ha señalado que cuando se recibe esa información de la CHJ «en Paiporta ya se ha desbordado la rambla».
En otro momento de su intervención, Mazón ha señalado que es necesario contar con nuevas tecnologías, que sí se aplican en otras confederaciones hidrográficas como la del Ebro, que ayuden «a convertir la foto fija de las lluvias en una proyección precisa de caudales». Una referencia obvia a la CHJ, una de las pocas cuencas españolas que carece del sistema de alerta temprana (SAT) y del sistema de ayuda a la decisión (SAD),
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