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Burguera
Jueves, 30 de noviembre 2023, 15:14
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha advertido de que, al levantar las alfombras y ver si había algo de suciedad dejada por el ... anterior Consell, la mayor parte del polvo en suspensión obedece al modo en que se manejaban las empresas públicas de la Generalitat. El sector público instrumental era un agujero negro que, lejos de reducirse, no hizo más que incrementarse durante los años del Botánico. Lo decían los Interventores, los informes de la Inspección General de Servicios y lo admitían extraoficialmente hasta los propios miembros del Consell. Mazón, durante la sesión de control en Les Corts, ha anunciado que ha dado instrucciones a la Abogacía de la Generalitat para mostrarse vigilante frente a las posibles trapacerías que van emergiendo una vez el nuevo Consell ha empezado a conocer lo que tiene entre manos y lo que heredó. Lo conocido por ahora, según el jefe del Consell, es la «punta del iceberg» y no pinta nada bien. Al tripartito le faltaban dedos de la mano a diario para tanto contrato a dedo que tramitaba. Los organismos de control internos detectaron anomalías en el 90% de empresas de la Generalitat el último año del Botánico
La síndica de Vox, Ana Vega, durante la sesión de control ha criticado al sector público instrumental porque «brilla por su ineficacia». «323 millones de ahorro en el sector público es un buen comienzo, pero no todo es como se comienza», ha señalado en su pregunta a Mazón, quien le ha respondido con un aluvión de datos preocupantes.
Mazón ha admitido que la Generalitat no puede permitirse «el lujo de malgastar el dinero público» y que con lo que han comenzado a hacer ha permitido aflorar «la punta del iceberg del sector público del Botànic», al que ha acusado de dar a dedo hasta 147 contratos al día. Por eso ha anunciado que pondrá en manos de la Abogacía de la Generalitat «cualquier atisbo nuevo, que ya tiene pinta de que va a haber, de sospecha de malas prácticas»: «Le vamos a contar a los valencianos la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad».
Y la verdad es una retahíla de datos que demuestran una alegría a la hora de contratar digna de mejor causa. El tripartito celebró una juerga de contratación pagada con dinero público. Al nuevo Consell le han surgido contratos menores del anterior Gobierno valenciano hasta debajo de las piedras. «La administración valenciana, de la mano del Botánico, se saltó la mayor parte de las recomendaciones que sobre la gestión y tramitación de los contratos menores y gastos sin expediente ni crédito presupuestario realizan la Sindicatura de Cuentas y organismos oficiales como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) y la Oficina Independiente de Regulación y Supervisión de la Contratación», ha indicado Mazón.
Según el presidente de la Generalitat, el conjunto de las consellerias de la Generalitat y todo su sector público tramitaron en cinco años (entre 2019 y 2023) unos 270.000 expedientes por la vía rápida, obviando los principios básicos de publicidad, eficiencia y libre concurrencia.
«Cada día se adjudicaban por esta cuestionable vía unos 147 contrataciones menores o pagos de este tipo (sin expediente ni crédito presupuestado). O lo que es lo mismo: la Generalitat de PSPV, Compromís y Podemos daba contratos a dedo y tramitaba gastos sin crédito presupuestario autorizado por un importe de 480.000 euros diarios», señaló Mazón.
Las cifras indican que en los diez minutos que se puede tardar en leer este artículo, el anterior Consell tenía tiempo para tramitar un contrato a dedo y autorizar 20.000 euros de gasto sin autorización presupuestaria. Cada diez minutos, un dedazo y 20.000 euros menos. Y sin control.
El jefe del Consell ha asegurado que la «directriz básica de solicitar siempre al menos tres presupuestos económicos antes de la adjudicación definitiva de un contrato menor» se convirtió en una rareza en el tramo final del Botánico al frente de la Generalitat.
«El modus operandi era sencillo: dar a dedo cualquier contrato menor por motivos de presunta agilidad en la contratación. Por este método exprés se adjudicaron hasta 75.919 contratos menores en cinco años por parte de las consellerias y de todo el sector público valenciano. Y todo ello por un importe de nada más y nada menos que 322 millones de euros», ha explicado Mazón.
«Las consellerias adjudicaron por la vía rápida unos 17.589 contratos menores por un importe de 163,5 millones de euros entre 2019 y 2023, una cifra que se queda muy por debajo de las registradas por el sector público. Es aquí donde se encuentra el gran agujero de la contratación a dedo, una especie de barra libre de las adjudicaciones públicas», ha señalado el jefe del Consell, quien ha puesto como ejemplo que «entre contratos menores a dedo y gastos sin expediente ni crédito presupuestario autorizado, el sector público valenciano adjudicó 713 millones de euros entre 2019 y 2022, de los cuales 554,5 millones corresponden a facturas que se pagaron sin que hubiese por medio expediente de contratación alguno. El resto, 158,85 millones, son contratos menores adjudicados directamente sin solicitar, en la inmensa mayoría de los casos, los tres presupuestos económicos para conseguir un mejor precio, y por tanto, un menor coste para la Administración».
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