El PP acogió con ganas el debate de la lengua en pleno mes de agosto. Quizá sin medir las consecuencias o precisamente por eso, conocedor de que el verano tensaría hasta el extremo un asunto tan sensible como este. Todo comenzó a raíz de la propuesta del Congreso de que las lenguas cooficiales se pudieran utilizar en la Cámara.
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Pero la presidenta Francina Armengol evitó referirse al valenciano. La omisión fue la espita que detonó la reacción en cadena de los populares. Lo que en un principio pareció una reivindicación acotada a la denominación, pronto avanzó hacia otros terrenos más pantanosos como un aparente cuestionamiento de la legitimidad de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) o incluso directamente con la ruptura que planteaba Vox.
Mazón, en plena ola de todo este debate, solicitó a la presidenta de la AVL, Verònica Cantó, una reunión. La cita estaba fijada para el pasado lunes. Pero motivos de agenda obligaron a un aplazamiento. Finalmente, a las 18 horas de este lunes se vieron en el Palau de la Generalitat. El presidente había demandado más sensibilidad a la AVL, pero hasta hoy se desconocía en que consistía esa reivindicación.
La cita se prolongó cerca de una hora y media, pero se desarrolló en un tono cordial. Cantó reivindicó el trabajo independiente de la Acadèmia, reclamó lealtad institucional al Consell, síntoma de que en algún momento no la ha habido, y lamentó que el PP planee reducir el peso del valenciano en las oposiciones de Sanidad, tal y como anunció este pasado fin de semana el conseller.
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha propuesto a la presidenta de la AVL recuperar el espíritu fundacional de la institución. El objetivo consiste en «revalencianizar conjuntamente los criterios lingüísticos de la Generalitat Valenciana». Para esto ha solicitado la colaboración de la AVL, según un comunicado del Palau.
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En este sentido, el presidente ha resaltado que «no puede ser que haya valenciano-hablantes que se sientan al margen de la normativa, el valenciano es de todos y todos tienen que verse identificados, lo hablen o no todos los días». La idea del dirigente, al parecer, sería la dar mayor cobertura a un valenciano más de la calle, compatible con otro más institucional o académico.
El dirigente recordó que tal y como señaló la semana pasada «se han acabado» los tiempos en los que desde el Consell se decía si alguien «es buen o mal valenciano por hablar más a menudo valenciano o no, o por hablar valenciano de una forma u otra en función del lugar de residencia o de lo que le han enseñado sus padres«. Todos los valencianos, según su discurso, tienen »plena capacidad« para defender la denominación, el Estatut y las señas de identidad.
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Asimismo, el president Mazón propuso iniciar un proceso abierto y permanente para que ningún valenciano se sienta excluido o alejado de las instituciones que lo representan ya que «el valencianismo social y político se ha sentido en estos últimos años demasiado alejado» de la AVL, cuya «autoridad académica y científica» reconoce «todo el mundo».
Durante la reunión, también acordaron mantener una sesión bilateral con miembros de la AVL y de la conselleria de Educación, encabezada por el conseller José Antonio Rovira, para iniciar un proceso de sensibilidad y coordinación conjunta.
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La presidenta Cantó, por su parte, quiso enmarcar el encuentro dentro de la normalidad institucional más allá de las polémicas. «Le he explicado qué es la academia, lo que hace y las actuaciones de estos 20 años», indicó.
Además, recordó la «independencia» en los criterios de la institución lingüística. Mazón no ha pedido a la presidenta que la entidad se separe de determinadas instituciones como el Instituto de Estudios Catalanes, según señaló la dirigente. Tampoco abordaron ningún extremo respecto a la unidad de la lengua. «Mazón tiene claro que la autoridad del valenciano la tiene la Acadèmia y que todas las consellerias la respetaran», subrayó.
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Cantó recordó al presidente del PP que la AVL «ya tiene sensibilidad» hacia ese mundo -Real Academia de Cultura Valenciana y lo Rat Penat- y de hecho han sido fuentes para la elaboración, por ejemplo, del diccionario. En el mismo sentido, se puso en valor el gesto de 2017 de la declaración conjunta de la RACV y la AVL. «Siempre hemos tendido puentes a las instituciones centenarias».
Respecto a la polémica del uso del valenciano en el Congreso ha subrayado que no son las academias las que intervienen «sino que es una cuestión política». La AVL trabaja dentro de la «ciencia», ha insistido.
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