Mazón y Rodríguez celebran su año de amor

Así, pues, un año de amor, como en la canción: días felices, besos con sabor. «Si ahora tú te vas no recuperarás/ los momentos felices que te hice vivir», cantaba Luz Casal. Y no, no se van, se quedan, incluso van. El PP y su Consell, ya sin Vox, ha acudido al epicentro del poder de Ens Uneix, ese lugar del que Rodríguez, en broma, asegura que no puede salir a riesgo de jugarse el pellejo político y personal. Rodríguez cayó en desgracia en el PSPV por el caso Alquería, del que finalmente fue absuelto tras años de calvario judicial y de aparcamiento socialista, ante lo cual rehizo su vida política desde Ontinyent. Allí citó a los socialistas y a los propios populares cuando acudieron a cortejar su voto, las semanas previas a aquel pleno de la Diputación que finalmente permitió a Mompó presidir la corporación provincial.

Desde las filas de Ens Uneix se interpreta la celebración en Ontinyent del pleno como la culminación de aquel cortejo y la celebración del año de amor. Allí, en el Museo textil de la Comunitat, en la calle Músico Úbeda de Ontinyent, por primera vez, un pleno del Consell, tal y como antes del mediodía se ha encargado de destacar una nota remitida por Presidencia de la Generalitat.

Mazón y su Consell, de fotos con Rodríguez, visitando el museo textil, y el presidente poniendo en valor «el potencial inversor y de desarrollo de Ontinyent, que es una referencia para la Comunitat», así como destacando la «buena relación y la coordinación con el ayuntamiento para trabajar por los intereses y necesidades de los ciudadanos».

»¿Que le parece todo, creo que la cosa va bien?», pregunta el encargado de una tienda de Beverly Hills al millonario que paga las compras, que responde: «Quiero que nos hagan más la pelota». Escena de película, pero que los dirigentes de Ens Uneix consideran que se ajusta al modo en que se ha desarrollado su relación con el PP durante el último año. Es difícil cortejar más a un alcalde de una localidad que llevarle a su propia casa al Gobierno autonómico, que es lo que ha hecho Carlos Mazón, si bien es posible que no sea ese deseo de agradar el único que guía los pasos del dirigente popular. En cualquier caso, y tal y como escribió hace 500 años el filósofo Giordano Bruno, «se non è vero, è ben trovato». De modo que, a lo largo de esta mañana se ha escenificado eso tan bonito que hay entre Mazón y Rodríguez, el alcalde de Ontinyent y líder de Ens Uneix, un partido que desde el PSPV ya han pretendido situar en la esfera de artificios partidistas que los populares fabricaron hace décadas para desgastar al socialismo valenciano. Por si les faltan argumentos, esta misma semana, además del pleno en Ontinyent, se ha conocido el pacto de Compromís con el PP y un partido, Sueca per Davant, para sacar de la Alcaldía suecana al alcalde socialista, Dimas Vázquez. Sueca Per Davant y Ens Uneix son más que amigos, un entendimiento que los de Rodríguez también practican con el PP de un Mazón que hoy se deja pasear por los dominios de Rodríguez para que los vecinos de Ontinyent vean la atención que un presidente de la Generalitat tiene con su localidad, algo que no pasó con Puig incluso cuando el propio Rodríguez era el mismísimo portavoz del PSPV y se presumía que su posible sucesor. O precisamente por eso, a causa de apuntar a rival de futuro, que su futuro se finiquitó más allá de Ontinyent, donde este viernes se ha soplado la vela del aniversario político del pacto que tramaron los dirigentes de Uneix con populares como Juanfran Pérez Llorca, entonces hombre en la sombra de Mazón y ahora, desde hace un mes, síndic del PP en Les Corts.