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PSPV y Compromís han mantenido numerosas diferencias a lo largo de la legislatura. Uno de los encontronazos de mayor calado en el seno del Consell se debió a la Renta Valenciana de Inclusión, una ayuda económica de unos 560 euros de media que la Generalitat otorga por no disponer de recursos económicos, ser mayor de 25 años y residir al menos un año en la Comunitat. Esta partida se lleva 100 millones de euros frente a los 88 con los que fue dotada en el anterior ejercicio. Lógicamente, de nuevo, el mayor gasto de la conselleria que dirige Mónica Oltra va a parar a la dependencia. Un presupuesto que se incrementa en un 44%, lo que supone algo más de 100 millones para esta necesidad. Otros proyectos como la Red Valenciana de la Igualdad se financian con cinco millones. Todas las partidas presupuestarias aumentan de manera relevante en la Conselleria de Igualdad. Por ejemplo, en porcentaje destaca especialmente el programa de Igualdad en la Diversidad, con siete millones de euros. El programa consiste en fomentar el valor de la diversidad sexual como herramienta de cohesión social. Otro de los apartados que sobresalen por su crecimiento es la búsqueda real de la igualdad de género, que se lleva 32 millones.
Presidencia de la Generalitat no es una excepción del resto de departamentos. El año electoral obliga a un esfuerzo extra. El área que rodea al presidente Puig aparece claramente volcada en políticas municipales. El repunte de un 14%, que se traduce en 45 millones de euros más, presenta como principales objetivos el de reforzar la apuesta municipalista. Así, se amplía el fondo de cooperación para mejorar la financiación de los entes locales (40 millones de euros). De igual modo, se destinan tres millones de euros contra la despoblación. Este fue de los compromisos del Consell en su último seminario. Dentro de esta misma línea de trabajo, se dotarán de mayores recursos a un plan de ayuda a las localidades en emergencia financiera. Turismo, una de las atribuciones que maneja el departamento de Puig, también se ve beneficiada con el reparto. Recibe una inyección extra de 12,8 millones para mejorar las infraestructuras turísticas. En cambio, dos son las partidas que pierden en Presidencia, las dos únicas que experimentan un descenso de aportaciones. La sección de Análisis y Políticas Públicas cae cerca de un 3,6% quizá por el enorme esfuerzo del último año en lo que se denominó el CIS valenciano. También se reduce el dinero destinado al alto asesoramiento en ciencia y tecnología.
La Conselleria de Educación es uno de los departamentos que mayor dinero consume de las cuentas públicas. Más de 5.000 millones de euros con un aumento de 7,1% respecto al anterior ejercicio. La Generalitat informó ayer de un aumento en las becas, mejoras laborales y impulso a la investigación. La partida destinada a las ayudas para estudiantes se dobla. En total, 31 millones para becas. También se refuerza la aportación al conocido como bono infantil, las ayudas para las familias que matriculen a sus hijos de 0 a 3 años en guarderías. El esfuerzo por las áreas de la Cultura aparece reflejado en L'Institut Valencià de Cultura, que se acerca a los 39 millones de euros. Junto a Sanidad, es la conselleria que menos crece en términos porcentuales. Las universidades, una vez más, no resultan especialmente beneficiadas del reparto del dinero. Es uno de los capítulos que menos crecen. Lo mismo sucede con la administración del personal y otras áreas relacionadas con gestión. En cambio, entre los beneficiados, se encuentran los programas de promoción del valenciano y gestión del multilingüismo, que aumenta un 13%, casi el doble de lo que lo hace la media del departamento. Esta partida ya había crecido en el anterior ejercicio. El fomento de actividades deportivas se impulsa también un 25%, así como la línea para el aumento de infraestructuras de este tipo.
La Conselleria de Sanidad es el departamento de mayor presupuesto de todo el Consell. Son las primeras cuentas para Ana Barceló, que sustituyó a Carmen Montón tras su fallido paso por el Gobierno central. Desde los inicios de la legislatura, el gasto en esta Conselleria ha aumentado 1.143 millones de euros. Ahora se refuerzan las áreas de mejora de infraestructuras sanitarias y el plan de atención primaria. Aportan más recursos para lidiar con la pobreza farmacológica, algo más de 93 millones de euros con el objetivo de ampliar los beneficiarios exentos del pago de medicamentos. En el lado negativo, en cambio, destaca el recorte en los tratamientos a drogodependientes y la reducción de los programas de evaluación de la atención al paciente. En un primer momento, la Conselleria de Sanidad ha previsto destinar 121 millones de euros para el departamento de salud de la Marina Alta y, concretamente, a financiar los pagos por la prestación del servicio a la concesionaria Marina Salud. Sin embargo, de producirse el adelanto de la reversión a la gestión directa, casi con total seguridad con la compra de las acciones de DKV -mayoritaria en Marina Salud- por parte del Gobierno autonómico, esa cantidad iría destinada, precisamente, a financiar esa adquisición. De esta forma, Sanidad ya contempla el adelanto de la reversión del hospital de Dénia.
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