El expresidente del Gobierno Felipe González, advirtió ayer en Valencia (en referencia a la Unión Europea y su falta de determinación frente a los grandes problemas políticos), que «los políticos deben proveer de certidumbres a la ciudadanía, aunque se dude, pero si dudan durante mucho ... tiempo, mal; sin embargo, si no resuelven las dudas, aún peor». La Comunitat lleva más de una década acumulando deuda a causa de un sistema de financiación que le perjudica. El Consell espera desde 2014 un nuevo modelo de reparto. El Gobierno central presentó hace dos semanas su propuesta, un proyecto tan ambiguo que la única certeza existente es que es ambiguo. No resuelve dudas. Ni siquiera se puede utilizar, según admitió ayer la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para determinar si la Comunitat o cualquier otra región sale beneficiada o perjudicada. Lo que iba a ser un esqueleto ha resultado no ser más allá de un hueso aún por clasificar, si es tibia o peroné. Hasta el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, reconoció ayer que la fórmula presentada por el Ejecutivo de Sánchez deja «muchas incógnitas». Mal. O como diría Felipe González: Aún peor.
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Montero afirmó que la propuesta del Gobierno «no permite hacer ningún ránking entre comunidades». La ministra considera que habrá que esperar a que este nuevo sistema esté completado para decir si alguna región sale beneficiada o perjudicada. Paciencia durante meses. O años.
La reforma de la financiación que no es opinable, ni mesurable, ni clasificable. Ni criticable ni defendible. Así lo ve Montero. Fedea, antes una fundación a la que no se le ponía objeciones, ahora se pretende retratatar como una entidad que hace lo que no se puede hacer, según la ministra y los expertos a los que recurre el Consell. La entidad realizó un informe la semana pasada en el que la Comunitat continúa a la cola de la financiación con esa nueva propuesta del Gobierno. El diputado de Compromís, Joan Baldoví, le preguntó ayer a la titular de Hacienda. La ministra obvió dos cosas: las críticas de Baldoví a lo «suficientemente ambiguo» que es el esqueleto y la proyección de Fedea que sitúa a la Comunitat en la cola de las regiones españolas.
La ministra considera que es necesario conocer las aportaciones que hagan las comunidades autónomas, los datos que aporten, antes de saber cómo se repartirá el dinero. Si fuera cierto lo que dice la ministra, la Generalitat negociaría a ciegas durante meses. O años. Montero aseguró que su proyecto contempla «muchos» de los elementos que la Comunitat solicitó. Fuentes de Compromís en el Consell, sin embargo, mostraron ayer su recelo porque la titular de Hacienda aparcase la relevancia del peso poblacional, algo que el Consell reclama por activa y por pasiva. «La población ajustada es una de las variables del modelo, pero no es ni el resultado final ni la variable determinante para que el resto de parámetros den lugar a un resultado de financiación per cápita, de un tipo o de otro», indicó. Baldoví, en cualquier caso, se quedó satisfecho con la idea de que Montero confirmó en el pleno del Congreso «que dotará de más recursos al sistema de financiación» a través de fondos aún por determinar. Justo la incertidumbre que el Botánico pretendía despejar a través de la confección de un sistema de financiación lo suficientemente claro como para impedir confusiones.
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El presidente de la Generalitat afirmó ayer que ese esqueleto no debe incluir «factores que desvíen» ni «perviertan» el criterio de población ajustada en el reparto, además de pedir tanto recursos adicionales como que el Estado asuma la deuda valenciana. Precisamente, de esos monumentales número rojos de la Comunitat, ni la ministra dijo nada ayer ni el diputado Baldoví hizo mención en sus preguntas, si bien recordó a Montero de que los valencianos no han esperado tanto «para quedar otra vez los últimos».
«Nunca aceptaremos una diferencia de la financiación per cápita que sea inasumible, como la ahora a 30 puntos de la comunidad autonómica del régimen común más financiada», advirtió el secretario general del PSPV en un desayuno del diario 'Levante', donde el jefe del Consell reconoció que el documento del Gobierno central deja «muchas incógnitas» y es insuficiente. Eso sí, lo considera un «un buen inicio».
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«Es importante que el ministerio escuche las peticiones de las comunidades autónomas y que haya confirmado que el nuevo sistema dispondrá de más recursos públicos, tal y como acordamos Compromís y PSOE en la negociación de presupuestos», señaló Baldoví, que considera que, de esta forma, la ministra quiere «tranquilizar a los valencianos y valencianas que no entendieron la ambigüedad de la propuesta y que temen que con estos criterios de población ajustada podemos volver a no salir bien parados». Desde Compromís «seguiremos analizando toda la información que el ministerio ofrezca para proponer las mejoras necesarias que garanticen una financiación justa para las valencianas y valencianos, incluso presentando alegaciones al modelo del Ministerio de Hacienda».
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