Morant comparece en el Congreso de los Diputados, este miércoles EP

Morant, de Málaga a Malagón

Después de la debacle del centro nacional de investigación contra el cáncer, a la ministra valenciana se le desmonta el CINC, la apuesta por la neurociencia que lideraba Juan Lerma hasta que ha dimitido por la «deriva del proyecto»

Burguera

Viernes, 7 de febrero 2025, 01:16

De Málaga a Malagón. Ese es el camino por el que transita Diana Morant al frente del Ministerio de Ciencia. En septiembre, un programa de televisión destapó el caso de una mujer que sufrió un reiterado acoso de tal magnitud que acabó desapareciendo durante la ... travesía de un barco de investigación del CSIC, entidad dependiente del área que gestiona Morant. En diciembre explosionó el CNIO, el centro nacional de investigación oncológica, por una serie de situaciones internas tan irregulares que en enero ha acabado cesada su directora, María Blasco, y el gerente de una entidad que ha visto cómo se desangraba su prestigio a lo largo de varios años. Y ahora, este martes, 24 horas antes de que Morant compareciese en el Congreso de los Diputados para negar cualquier tipo de problema en el CNIO, ha dimitido el director del Consejo Internacional de Neurociencias Cajal (CINC).

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El motivo de la decisión de Juan Lerma, el neurocientífico que lideraba el proyecto, obedece a discrepancias con la presidencia del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la principal institución investigadora del país y de la que depende. El origen de estas diferencias se remonta a junio de 2022, cuando Eloísa del Pino asumió la dirección del ente en sustitución de Rosa María Menéndez. Lerma llegó al CINC en 2019. El conflicto en el consejo se ha gestado, estallado y culminado durante el mandato de Morant, que llegó al ministerio en 2021.

La razón del conflicto es el uso que se debía dar a un megaedificio situado en el campus de la Universidad de Alcalá de Henares. La enorme infraestructura, que ocupaba 38.000 metros cuadrados y costó unos 40 millones de euros, se levantó en 2005 con el fin de albergar el Instituto de Medicina Molecular Príncipe de Asturias (IMMPA). Pero esto nunca sucedió. Permaneció vacío durante diez años y se barajó la opción de entregarlo a la Guardia Civil para investigaciones forenses.

La situación pareció aclararse en 2019. Ese año se creó el Centro Internacional de Neurociencias Cajal, que tendría su sede precisamente en este complejo. El proyecto se aprobó finalmente en 2022 entre Juan Lerma y la entonces presidenta del CSIC Rosa María Menéndez. El problema llegó, según el ya exdirector del centro, con el giro dado por la sucesora de esta última, Eloísa del Pino. «Esta iniciativa se vio frenada y se produjo un giro conceptual del proyecto inicial, frenándose en diversas ocasiones iniciativas del CINC», relata Lerma en un correo electrónico remitido a sus colaboradores citado por 'eldiario.es'. En ese mail desvela que había renunciado a su puesto a principios de enero tras una larga conversación con Del Pino por la «deriva del proyecto», según ha revelado 'El País'.

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El modus operandi en todos los tres casos es siempre el mismo en todas esas entidades que cuelgan del ministerio de Morant. Se larva un problema que no se resuelve, pasan los años, alguien denuncia la situación ante los responsables directos de los entes (ya sea el CNIO, el CSIC o ahora el CINC) e incluso se acaba apelando al propio ministerio, que se lava las manos. Finalmente, el problema se pudre. Adiós Juan Lerma. Adiós María Blasco.

Van surgiendo problemas que se pudren y que acaban en sonadas dimisiones o destituciones, pero Morant no se da por aludida. «Hemos actuado con total transparencia, cumpliendo estrictamente la normativa y los principios éticos que rigen las instituciones públicas. Cada paso dado ha respetado en todo momento las estructuras de gobernanza existentes, siendo escrupulosos con los procedimientos internos y los externos al mismo», ha sostenido Morant durante su comparecencia en la Comisión de Ciencia, Innovación y Universidades en el Congreso de los Diputados.

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El diputado del PP Pablo Pérez le intó a Morant a que asuma «responsabilidades», ya que considera que «es tan responsable como la señora Blasco». «Ha permitido el descontrol, la opacidad y el abuso. Era absolutamente conocedora de la situación», le ha reprochado Pérez, ante lo que la ministra valenciana ha replicado que el PP «no tiene nada que ofrecer a la sociedad en materia de ciencia», ya que cuando gobernó la recortó «hasta casi matarla. Esto es lo que ustedes saben hacer en la ciencia, recortarla y ahora utilizarla también en esa política del fango que utilizan siempre como única propuesta que tienen para este país».

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