Morant se vale del aparato de Puig pero rechaza la etiqueta de oficialista

Por la mañana, Bielsa primero y Soler después habrán pasado por la sede de los socialistas en la calle de Hospital para entregar la documentación necesaria para presentar su precandidatura a las primarias que tendrán lugar, en primera vuelta el próximo 25 de febrero.

A diferencia de Soler, que anunció su intención de optar a las primarias en un acto en la sede del PSPV de Elche, Morant ha optado por una plaza en la que los socialistas de la capital de La Safor ya han organizado algunos actos. Morant no solo fue alcaldesa de la ciudad, sino que tiene en el PSPV de esta localidad al principal foco de respaldo a su candidatura.

El alcalde José Manuel Prieto ya se ha pronunciado públicamente en ese sentido. «Mi opción para liderar el PSPV es Diana Morant», ha escrito en una red social, tras señalar que la ministra representa «una vía valenciana más fuerte, donde se puedan sentir identificados todos los ciudadanos y territorios».

Con el hashtag #nosvemosellunes, veteranos del partido como la exconsellera Ana Barceló, la líder del PSPV de Valencia Sandra Gómez o la exalcaldesa de Algemesí, Marta Trenzano, o la exalto cargo Rocío Briones, se han pronunciado mostrando su respaldo a Morant. Se trata de los mismos apoyos con los que ha venido contando Puig al frente del socialismo valenciano.

Otros veteranos dirigentes socialistas de esta localidad -que en su día dieron nombre al conocido como 'clan de Gandia'-, colaboradores habituales de Ximo Puig durante la última década, también avalan las opciones de Morant. De hecho, la fortaleza orgánica de la ministra es 'prestada' por lo que se ha venido en bautizar como 'ximismo', el entorno y los colaboradores más cercanos al todavía secretario general del partido. Entre ellas, la que fuera secretaria autonómica de Comunicación de Puig en Presidencia de la Generalitat, Lydia del Canto, que ha comunicado a su entorno más cercano que asume la dirección de la campaña orgánica de la ministra.

Morant marca distancia con Bielsa y con Soler, al elegir una plaza abierta al público para su puesta de largo. Al margen de la imagen de fortaleza que pueda ofrecer con la asistencia de público al acto -sean o no militantes del partido y, por tanto, con la posibilidad de participar en las primarias- parece claro que la ministra trata de enviar una imagen de fortaleza a sus dos adversarios por las primarias. Un acto dirigido también a marcar distancias con los dos barones provinciales, poniendo sobre la mesa el tirón popular de la ministra por encima de la fortaleza orgánica de los dos secretarios generales.

El recurso a las plazas no es nuevo. Lo utilizó hace sólo unos meses el aún líder del PSPV, Ximo Puig, que en la campaña electoral de las elecciones autonómicas trató de hacer de los actos en las plazas de los municipios de la Comunitat uno de los pilares de su campaña. El recurso no le dio demasiado resultado a Puig, que como es sabido perdió las elecciones autonómicas frente a Carlos Mazón.

Los actos abiertos al público, cuando se trata de citas electorales, pueden tener su justificación. Pero cuando se refieren a procesos orgánicos internos de un partido resultan más sorprendentes. Morant puede reunir a varios cientos de personas en su presentación de este lunes, pero la verdadera clave de sus apoyos la darán los militantes del PSPV que serán los que en todo caso dispondrán del derecho a participar en las primarias.

Que la titular de Ciencia, Innovación y Universidades recurra a la estrategia y a buena parte del equipo más cercano a Puig contrasta con el empeño mostrado este pasado sábado por desmarcarse de la etiqueta de candidata oficialista. «No soy la candidata de Ferraz ni de nadie», dijo antes de comenzar el comité nacional de los socialistas valencianos. Una tesis que contrasta con su condición de ministra del Gobierno, con que fue el propio Puig el primero en poner sobre la mesa su nombre como aspirante al cargo y hasta con el hecho de que sea la vicesecretaria general y también delegada del Gobierno Pilar Bernabé, la que se ha erigido en una de las principales defensoras de su candidatura. Mientras Morant negaba su condición de candidata oficialista, lucía en la solapa una chapa de 'Perra Sanxe'.