burguera
Viernes, 29 de octubre 2021, 09:22
Hoy no. El domingo no se sabe. Así va el presupuesto para el año que viene que elabora el Botánico. El ejercicio 2022, el de la recuperación económica, el de la salida de la pandemia, el de la gestión de unos fondos europeos sin ... precedentes en la Historia... está sin cuadrar. Se tendría que aprobar hoy, pero no se aprobará. El pleno del Consell no contará con el documento de previsiones de gastos e ingresos para el año próximo. El Estatut de Autonomía da como límite hasta el domingo para presentarlo, es decir, al menos con dos meses de antelación al comienzo del correspondiente ejercicio (artículo 76.4 del Estatut d'Autonomía). En Compromís no tienen nada claro que sea el domingo. En el PSPV dicen que, o se aprueban el domingo, o se prorrogan los presupuestos de este año. Sin embargo, pese a estas posiciones que parecen inflexibles, tampoco se puede descartar que la negociación se prolongue todavía más y el Gobierno valenciano acabe dándoles el visto bueno a las cuentas la semana próxima, aún con margen para sacarlas adelante en Les Corts, si bien todo el calendario parlamentario saltaría por los aires. No hay garantías de nada, como en los cheques sin fondos.
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Si otros años el problema ha sido una u otra conselleria, en esta ocasión el descuadre es general. Faltan ingresos para todos los gastos que unos y otros imaginan. En sus cabezas los número cuadran, pero en la realidad no, así que los enfados terminan por generar tensiones. Hay una comisión política que se supone que se encarga de todo, para que luego Hacienda lo ponga en negro sobre blanco. La comisión se creo por petición de la vicepresidenta Mónica Oltra, con el fin de evitar que el conseller Vicent Soler, el de Hacienda, hiciera de su capa un sayo, según lo ve ella.
Ahora, en la conselleria culpan a la comisión y en la comisión a la conselleria. Fuentes del PSPV aseguran que las consellerias de la coalición «no hacen más que pedir». Fuentes de Compromís consideran que Hacienda ha presentado tarde los cálculos de ingresos. Es imposible saber quién miente más a la hora de arrojar la responsabilidad a los demás en un Botánico que tiene tres posibilidades:
1) hacer de tripas corazón y cerrar la negociación para que el Consell se reúna de manera extraordinaria el domingo y apruebe el presupuesto y así se lo remita a Les Corts, donde se han tenido que preparar para cualquier eventualidad, incluido lo de trabajar la víspera de un puente festivo.
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2) continuar la negociación y aprobar el presupuesto la semana próxima y alterar el calendario parlamentario de comparecencias de los consellers, presentación de enmiendas y aprobación del presupuesto, que en vez de en vísperas de Navidad tendría que salir adelante en el parlamento a las puertas de Año Nuevo.
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3) prorrogar el presupuesto de este año, una posibilidad que el PSPV puso ayer sobre la mesa al comprobar que Compromís no tenía intención de apresurarse, veía con antipatía aprobar el presupuesto deprisa y corriendo el domingo (1) y prefería hacerlo la semana próxima (2).
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Se ha llegado al viernes, tal y como todo el mundo sabía que iba a pasar si no caía un meteorito y llegaba antes el fin del mundo. Viernes y no habrá aprobación del presupuesto. «Primero el qué y luego el cuándo», dicen desde Compromís. Hemos salido de la pandemia, pero está por ver cuándo acabará la negociación del presupuesto para el año próximo.
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