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efe
Valencia
Viernes, 22 de junio 2018
La futura ley valenciana de Infancia y Adolescencia, cuyo proyecto fue aprobado este viernes por el pleno del Consell, reconocerá por primera vez a los niños como sujetos de derecho y no solo como objeto de protección, garantizará la igualdad más allá del acceso a la sanidad y la educación y establecerá el acceso al ocio educativo como un derecho, promoviendo que el exceso de deberes en Primaria no reduzca el tiempo de juego.
El texto dice que se «procurará» que las actividades de aprendizaje programadas puedan hacerse dentro de la jornada lectiva, de manera que el exceso no reduzca el tiempo de juego en atención a una demanda planteada por los niños. En realidad no deja de ser una declaración de intenciones que se concreta en una especie de ruego al colectivo docente, que tiene la potestad sobre cómo aplicar el currículum y le asiste el derecho de cátedra. A nivel estatal no existe ninguna regulación en este sentido, más allá de que las familias deben participar en actividades que mejoren el rendimiento. Si hay centros que fijan limitaciones en este sentido deben concretarse en el proyecto educativo, que debe ser conocido por los padres.
En la rueda de prensa posterior al pleno del Consell, la vicepresidenta Mónica Oltra dijo que se trata de una ley «valiente» y añadió que se pretende que los niños y adolescentes sean «los protagonistas del presente» para ayudar a construir «un futuro mejor».
Entre las principales novedades, la ley recoge la eliminación del límite de edad para que se escuche su opinión en el consentimiento informado en los tratamientos médicos. También se fija la obligación de los padres de respetar sus convicciones en cuanto a libertad ideológica, conciencia o religión, se reconoce el derecho a la identidad y la expresión de género, y las administraciones públicas tendrán que consultar la opinión de los niños en las políticas de ocio educativo o diseño urbano de los municipios.
Otra de las novedades de la norma es que el foco se traslada de prevenir el maltrato a promover el buen trato y los afectos, para lo que se incluyen medidas trasversales como programas de orientación familiar para la corresponsabilidad, coparentalidad positiva, promoción de horarios y condiciones laborales compatibles con la crianza, fomento de las competencias parentales y educación emocional en las aulas.
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