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De apartarse de la política a convertirse en el hombre fuerte del PP alicantino va una década. Es el tiempo que ha transcurrido desde la incorporación en 2009 de Carlos Mazón como director gerente de la Cámara de Comercio de Alicante hasta ser, ya mismo, el virtual presidente de la Diputación de Alicante. Al que fuera director general del IVAJ en la etapa de Eduardo Zaplana y alto cargo de la corporación provincial bajo la etapa de José Joaquín Ripoll le llega la hora de volar solo, avalado por la dirección nacional del PP para convertirse en su primer avanzado en la cúpula de los populares de la Comunitat. Génova mueve ficha en el PP valenciano, y lo hace abriéndose hueco en la provincia con más fortaleza orgánica y electoral del partido.
No es un movimiento anecdótico. La renuncia de Pepe Císcar a continuar como presidente provincial -cansado de movimientos en Madrid que no le han gustado ni un pelo- resitúa el equilibrio de fuerzas entre los populares de la Comunitat. La recuperación de Mazón para la primera línea política, de la mano de la candidatura al Ayuntamiento de la capital de Luis Barcala -otro hombre fuerte del PP alicantino-, devuelve el control de la corporación provincial a esa parte de los populares alicantinos que quedó apartada de la dirección de la institución y del partido en 2011, cuando una maniobra avalada por la dirección regional permitió cerrarle a Ripoll el paso a la reelección.
El PP de Alicante tiene un ecosistema propio, de difícil convivencia entre quienes históricamente se situaron del lado de Eduardo Zaplana -o ocuparon cargos de confianza bajo su mandato- y quienes en aquella batalla por el control del partido que parecían librar Valencia y Alicante prefirieron marcar distancias con el exalcalde de Benidorm. Dos mitades que llevan viviendo históricamente de espaldas y que quizá ahora puedan llegar a entenderse.
Mazón está entre los primeros. Alicantino de 45 años, licenciado en Derecho por la Universidad de Alicante, es uno de los amigos más cercanos del secretario general de los populares, Teodoro García Egea, al que habría conocido en Murcia en sus tiempos de estudiantes, según algunos medios. Director general de Comercio en la Generalitat presidida por Francisco Camps -aunque como pieza situada por su antecesor en el cargo-, en 2007 decidió regresar a la política alicantina, donde se convierte en vicesecretario provincial del PP y vicepresidente cuarto de la Diputación.
Pero fue en 2009 cuando da un paso al lado. Hacerlo en ese momento y no más tarde es lo que le permite no tener un sólo rasguño por algunas de las graves investigaciones judiciales que han afectado a altos cargos del PP alicantino -vinculados al caso Brugal-. En octubre de ese año, el histórico Antonio Fernández Valenzuela -expresidente de la Diputación por el PSPV- da luz verde a la propuesta de incorporación de Mazón que, probablemente, llega del propio Ripoll.
En la institución cameral, Mazón pone orden en las cuentas y contribuye a modernizar y dar estabilidad a la institución. Una gestión sin mancha, con la única excepción de esa imputación por la presunta financiación irregular de la Fundación Hércules -por supuestos contratos a empresas a cambio de financiación para la entidad deportiva- archivada en 2012.
Resuelto ese asunto, con una gestión óptima, las elecciones de 2019 le recuperaron para la primera línea política. Primero, a principios de año, tentado por Ciudadanos para presentarse encabezando la lista de este partido -opción finalmente descartada-. Después, recuperado por la calle Génova -la nueva, la que tiene ya a Pablo Casado al frente- para la primera línea, hasta situarse ahora como nuevo hombre fuerte de los populares alicantinos. Apartado de esa incipiente carrera musical con la que hace casi una década trató de presentarse a Eurovisión, el que fuera 'joven valor' de Nuevas Generaciones del PP valenciano se convierte ahora en sucesor de César Sánchez -mal aconsejado en su intento de ganar poder en el partido-. Con el aval de García Egea, Mazón toma posiciones, sin prisas y a la espera de acontecimientos. El nuevo PPCV se abre paso por Alicante.
Si el tiempo y Toni Cantó no lo impiden -el apoyo de Cs es clave para que Mazón toque corporación provincial-, Mazón ocupará un cargo en una provincia que ve mucho más cercana a su Diputación que a ninguna institución autonómica. ¿Desde ahí? Desde ahí «a hacer política».
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