Marcos Benavent, en una de sus habituales visitas a la Ciudad de la Justicia. Damian Torres

La otra obra de teatro de Benavent

El yonki del dinero participó en la elaboración de un monólogo donde reconoce la corrupción. La pandemia ha impedido su estreno

A. Rallo

Valencia

Lunes, 6 de junio 2022, 00:30

Amb somriure còmplice obri els braços amb les palmes cara al públic: «Sí. Soc un lladre (pausa). Us he robat els diners que ingressàveu amb els vostres impostos i que vosaltres pensàveu que anaven a hospitals, col.legis, carreteres...»

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Este es uno de los pasajes ... que marca el inicio de la obra de teatro inspirada en la vida de Marcos Benavent. El escritor, que confirma la autoría, reclama el anonimato. Más llamativo que su identidad resulta quizá el contenido que muestra la primera versión, la del arrepentimiento, del exgerente de Imelsa, rebautizado posteriormente como el yonki del dinero.

Esta versión de los hechos no surge de la inventiva del autor sino que responde a las reuniones que mantuvo con Benavent en las que este le relató su historia. Unos encuentros que, en caso de haberse registrado en algún soporte físico, serían un indicio más que poderoso para inclinar la balanza hacia la veracidad de esa primera historia.

El escritor ya se había puesto en contacto con un actor para ofrecerle el proyecto. Se trata de Elies Barberà, también poeta y natural de Xàtiva. Él iba a ponerse en la piel de ese hombre arrepentido tras protagonizar uno de los mayores escándalos de corrupción del PP. «Me'n vaig anar i, com havíem pactat, em carregaren el mort. El meu y la resta del cementeri. Però eixe marró no vaig a menjar-me'l tot. No me'l menge. No. Tot, no. No era eixe el pacte».

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«No he manipulat les gravacions. Estàn com me les vaig deixar a casa del meu sogre. He corroborat que les vaig gravar jo i identificar qui són els altres»

La obra abarca la vida de uno de los personajes, sin duda, más singulares de la política y la vida judicial de la Comunitat. Al margen del Bigotes, capital en Gürtel, el yonki del dinero se sitúa como referencia –o incluso parodia– de otra trama en la época de los populares. En este caso, liderada supuestamente por Alfonso Rus. «Vaig tornar quan tenia previst perdre'm per India i quedar-me per sempre. No m'hagueren trobat en la puta vida».

El giro de guión de Benavent ha llevado a paralizar todo este proceso. Qué sentido tendría representar una obra como esta cuando él protagonista está defendiendo que manipuló sus audios y que acusó por acusar. También influyó la pandemia. Meses y meses de restricciones que llevaron el manuscrito a un cajón. ¿Existía ánimo de lucro entre los participantes? Este, al parecer, fue otro de los motivos de fricción con el gerente de Imelsa.

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De su etapa en la conselleria: «Tots venien a demanar: ¿Qué hay de lo mío? Em va agradar tant la frase que la vaig posar de nom a una perruqueria»

«Tots portem un corrupte dins. Si, no me mireu així ni penseu que vosaltres no ho sou. Tots robem en la mesura de les nostres possibilitats. Tots. Vinga!, concluye mientras se dirige al público. Los capítulos aumentan en intensidad. Uno de los más jugosos, «la meua primera comissió», recuerda cómo la concejal Alcón y su marido le introducen en la recaudación ilegal. Rus, según él, le quería haber puesto de director general de la Juventud. «Però Paco ja havia promés el càrrec a un altre».

«Pujant de categoria» es la siguiente escena; su llegada a la Conselleria de Educación. «Tots venien a demanar. ¿Qué hay de lo mío? Em va agradar tant la frase que la vaig posar de nom a una perruqueria i tenda de roba que vaig inaugurar al centre de València». El relato teatral de Benavent avanza con «la màquina de guanyar diners», «gravacions i periodistes». «No les he manipulat -les gravacions-. Estàn com me les vaig deixar a casa del meu sogre. El que he fet ha sigut corroborar que les vaig gravar jo i identificar qui són els altres que estàn amb mi». De los periodistas tampoco exhibe buena opinión. «No hi ha gremi que no siga tan paregut al dels politics».

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La historia llega a «la nit de Nadal». Aquella noche famosa en la que Rus acude a buscarlo a su domicilio y Benavent ya prepara la huida. Fue el principio del caso Imelsa con la entrega de los audios. El exegrente aterrizó en Ecuador donde pasó un mes en una casa de campo.

El texto recoge las imágenes y videos que se iban a proyectar durante la obra. En algún caso fotografías propias de Benavent o vídeos. En otros momentos se recurre a imágenes de la gestión del PP durante dos décadas. La música corre a cargo de Coque Malla. Tras «la confessió», se permite lanzar un discurso moralista. «No podem creure que els fills de puta que creuen que són els putos amos, triomfen. Si eixiu d' ací amb el convenciment que el canvi és feina de tots i que hem de ser capaços de vore el món amb una mirada neta, és possible que no hi hagen més yonkis del dinero».

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El autor, todavía en la sombra, no parece tener mal gusto musical. Para el cierre elige un tema de Vetusta Morla. Y el protagonista se despide: «Lo siento mucho, me he equivocado. No volverá a pasar». Benavent, aparte de su humor, siempre ha sido un gran actor.

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