m. hortelano
Viernes, 1 de noviembre 2019, 23:15
Hecha la catarsis presupuestaria, los miembros del Botánico tratan desde ayer de lamerse las heridas que ha dejado en uno y otro socio la dura negociación por sacar adelante unas cuentas que han dejado pocos vencedores y muchos vencidos. Todos en el Consell son conscientes de que se ha salvado una bola de partido que a punto ha estado de romper el pacto en mil pedazos, aunque reconocen que esta vez hay arañazos que serán imposibles de reparar. Las cifras han puesto letra a una ruptura emocional que se instaló en el Consell el 4 de marzo. El mismo día en que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, decidió adelantar las elecciones autonómicas frente a la opinión de su entonces socio único, Compromís. En la coalición se instaló el estigma de la desconfianza que ha rebrotado estas últimas semanas con los recortes anunciados por la Conselleria de Hacienda y, sobre todo, por la elaboración de las nuevas cuentas para 2020.
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Los presupuestos dejan una clara ganadora, la vicepresidenta Mónica Oltra. Su departamento, el que gestiona las Políticas Sociales de la Generalitat, superará los 1.618 millones este ejercicio. Su subida, respecto al año anterior –5,7%– es la mayor de todas las áreas del Ejecutivo que no han variado sus competencias. La Conselleria que dirige la también líder de Compromís presenta un desarrollo por encima del resto, con un incremento de un 91% desde el primer presupuesto que heredó del PP a su llegada a la gestión de las Políticas Inclusivas. Algo más de 762 millones de euros en cinco años, casi el doble de lo que recibió en términos absolutos. De los 837 millones que gestionó la entonces consellera Asunción Sánchez Zaplana, a los más de 1.500 de que dispondrá Oltra este año –su presupuesto es de 1.618 millones, pero carga con la portavocía del Consell y el secretariado, que consumen algo más de 20 millones de euros si aplicamos la media de gasto en servicios generales del resto de consellerias–.
El área de Oltra era una de las que llegaba en peores condiciones al Botánico, con un gasto muy inferior al del resto de áreas de gestión de servicios públicos. Sanidad contó ese 2015 con 5.492 millones y Educación disponía de 4.098 millones. Su situación de partida era, sin duda, la peor del Ejecutivo, pero la evolución en cinco años ha sido la más alta del Consell para acercarse a la media de gasto.
En el primer presupuesto Botánico, a pesar de que decreció respecto al año anterior, su departamento alcanzó los 978 millones de euros –incluida la estructura de la portavocía–, y al año siguiente superó por primera vez la barrera de los 1.000 millones. En 2018 creció hasta los 1.194, pero no fue hasta los presupuestos de 2019, los más expansivos del Botánico, con un aumento del 10% del gasto, cuando llegó a 1.528 millones de euros.
En conjunto, el presupuesto total del Consell para 2020 será de 23.021 millones, un 33,9% que el último que dejó el PP valenciano y con el que el Botánico gestionó y negoció sus primeras cuentas. El crecimiento del área de la vicepresidenta se ha desarrollado a una velocidad tres veces más rápida que el conjunto de todas las partidas.
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El resto de patas del Estado del bienestar, Educación y Sanidad, han ralentizado su crecimiento respecto a la vicepresidenta. Sanidad, por ejemplo, ha incrementado su partida de gasto en un 23% en estos cinco años y ha pasado de los 5.492 millones que heredó del PP a los 6.765 millones que gestionará el próximo año su consellera, Ana Barceló. EL incremento de esta cartera para 2020 es de apenas un 1%. En el caso de Educación, ahora desgajada en dos consellerias –Educación y Universidades–, la subida de las partidas que le dan cobertura ha pasado de 4.098 millones en el último año de Alberto Fabra a los 5.247 millones que ahora suman las políticas educativas en manos de Vicent Marzà y Carolina Pascual. En total un 28% más de lo que dedicaba el PP a estos departamentos. El incremento de Oltra es el más sustancioso en cinco años, por delante incluso del área dotada con mayor presupuesto, la del servicio de la deuda, que ha crecido de los 5.003 millones que dejó el PP valenciano a los 6.410 millones que ha presupuestado el Botánico en sus cuentas de este año. Una subida de un 28%.
Y es que Compromís se ha empleado a fondo en no perder un milímetro de espacio presupuestario. Han peleado al céntimo para poder elevar el gasto, frente al criterio del PSPV, y han defendido el control sobre algunas competencias, como las de Innovación. De ahí que el partido de Oltra no sólo haya ganado el relato, sino también la partida de los números.
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