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Redacción
Viernes, 14 de julio 2023, 00:36
El debate organizado por LAS PROVINCIAS y la Cadena COPE con los cabezas de lista al Congreso por Valencia puso la guinda a una jornada intensa desde el punto de vista político, en la que también destacó la investidura de Carlos Mazón como nuevo presidente de la Generalitat Valenciana. Iñaki Zaragüeta, F.P. Puche, Susi Boix y Ramón Palomar dan sus impresiones y analizan la cita:
Por Iñaki Zaragüeta
El PP está enrachado y no sorprende el acierto en su cabeza de lista. González Pons ratificó su tesis en 'El escaño de Satanás': «los políticos son ovejas con vocación, apetito y dentadura de lobo». Y lo demostró con las representantes del PSOE y Compromís. «Yo no pongo la cara del líder nacional en mi papeleta de Valencia, como Compromís con Yolanda Díaz».
Comienzo con él por predisposición hacia este animal político, pero es que además las dos lo trataron como miembro del futuro Gobierno. Le concedieron la victoria. No me defraudó, «hay una economía que se ve desde el Falcon y otra real que no se percibe desde las nubes». Apabulló a la izquierda con datos de fuentes europeas.
La portavoz socialista reiteró los tics de Sánchez que ningún resultado les están dando y las cifras desde el prisma del Gobierno. Compromís exhibió reivindicaciones como si su diputado en Madrid no se limitara durante cinco años a apoyar lo promulgado por Sánchez. Demasiado disco rayado. Vox concretó exhaustivamente medidas de su partido sin complejos.
Prefiero debates broncos como el de Sánchez-Feijóo que el de buenas maneras. Y de eso no culpo al moderador, Vicente Ordaz, que cumplió bastante mejor que los del lunes. Así es la vida.
Por F.P. Puche
A estas alturas de la (segunda) campaña electoral, aceptan estar ya muy cansados y en ocasiones hechos migas por el duro calor. Pero también tienen mucha experiencia acumulada. De modo que afilaron bien sus intervenciones y supieron lanzar puyas al adversario sin dejar de exponer lo más sustantivo de sus programas de partido. Incluso quedó espacio para lo más interesante, que consiste en que el espectador vea claras las no pequeñas diferencias y matices que se manejan en esta competición; no ya entre un bloque y el de enfrente, sino en el interior de los bloques mismos. Porque el PSOE no es lo mismo que Sumar, ni se le parece, y el PP no es, ni de lejos, la misma cosa que Vox.
Se habló de pactos y se esgrimieron temores; se hizo hincapié en la igualdad y se agotó el catálogo consabido de financiación, corredor mediterráneo, fiscalidad y agua para todos. Carlos Flores se mostró como un instigador de grandes preguntas nacionales, Águeda Micó fue una valencianista descolocada dentro de Sumar, Diana Morant estuvo incisiva pero descubrió cortedades y Esteban González se dejó ver seguro y sobrado hasta el riesgo. Y la novedad del día, claro, fue el regreso de los peajes.
Por Susi Boix
Para salir airoso de un debate no hay que cometer errores, desde esta óptica, el PSOE ha perdido el debate.
La candidata socialista ha incurrido en tres errores: de forma, de datos y de estrategia.
Pierde en la forma y se aleja del diálogo erigiéndose por encima del resto de candidatos, al interpelar para que el trato hacia su persona sea como sra. Morant.
Afirmar que el caudal ecológico trasvase Tajo-Segura cumple la sentencia del Tribunal Europeo frente al Plan Hidrológico del PP, derogado por Zapatero, provoca pérdida de confianza por la falta de manejo de datos.
El miedo a Vox, como marco estratégico, es el error de base para la preparación del debate, no movilizó a la izquierda el 28-M.
González Pons, candidato del Partido Popular, desde la ventaja de las encuestas, vence el debate.
La herramienta del pacto, que le sirvió a Feijóo para ganar el cara a cara con Sánchez, es un recurso visto también esta mañana en el debate de investidura celebrado en Les Corts, y repite González en agenda valenciana: modelo de financiación y derecho civil valenciano.
Los candidatos de Compromís-Sumar y Vox debaten para sus votantes, desde marcadas posiciones ideológicas, reconociendo su papel de coalición.
Por Ramón Palomar
Flotaba en este debate una sensación de fatiga picajosa sobre nuestras cabezas. Los candidatos parecían cansados y nosotros, también. Pero hay que reconocerle a la ministra Morant que animó el cotarro desde el inicio: dejó muy claro que con el candidato Carlos Flores, de Vox, no pensaba interactuar. Era su forma de protestar. Así, en una ocasión, se le escapó «el señor de Vox» como quien dice «ese señor de Murcia», y en otra aludió a un «elefante» que podía entrar en el Congreso junto al PP, también refiriéndose a Vox. No sé yo si la comparación con el paquidermo fue afortunada, pues los elefantes le caen de maravilla al personal. En fin… Sin embargo, tras repasar sobre esto y aquello, el momento de gloria brotó en un pequeño rifirrafe entre González Pons y la ministra a costa del agua. Parece que la ministra anda frágil de memoria con lo de la derogación del plan hidrológico, y en este encontronazo venció Pons, pero no insistiremos porque prefiero ser piadoso. Águeda Micó se mostró natural, lo malo es que cuando discurseaba se me iba la cabeza y me preguntaba cosas como si había cerrado la puerta de mi hogar con llave o no. Vamos, que dijo lo de siempre. En cualquier caso, a estas alturas, el pescado está vendido.
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