La oposición apunta directamente a Mazón

El PSPV, en cambio, aumentó su dureza del primer al segundo turno de réplica. Pero, en definitiva, reclamó la dimisión de Carlos Mazón bien por voluntad propia o bien por imposición del PP de Feijóo. Otra variable que, de momento, ejerce una defensa tímida sobre su compañero valenciano. Ni un solo mensaje de crítica al papel de la Confederación Hidrográfica del Júcar, tal y como era esperado en el relato de los socialistas.

Compromís, en cambio, tiene una posición idónea en este nuevo escenario ya que puede criticar -al menos no tiene ataduras ideológicas- a los responsables de ambas administraciones. Pero Baldoví inclinó la balanza hacia el Consell hasta tal punto que silenció la labor del Gobierno. Y eso pese a que en À Punt había censurado el rol poco activo que mantuvo la Confederación durante las horas previas a la tragedia.

Carlos Mazón, por su parte, lamentó la escasa voluntad mostrada por el PSPV para la ardua tarea de la reconstrucción. «No he ocultado los errores. Los reconozco, los asumo sin paliativos», enfatizó. «Pero ahora es el momento de liderar la recuperación y si no soy capaz asumiré personalmente las consecuencias y no me presentará a la reelección».

José María Llanos, el portavoz de Vox, inauguró el turno de réplica. «Estamos de luto. Esto es una tragedia sin precedentes». La expectación era notable por comprobar hacia dónde pivotaba el discurso del líder de la derecha radical. Apuntó, al principio, hacia el Consell. «Ha faltado organización desde Vicepresidencia. Nos han vendido que eran el partido de la gestión. Qué rabia ante tanta incompetencia». Recriminó la falta de transparencia y la desaparición de su portavoz, Ruth Merino.

«Ha habido errores de novato en la gestión y la comunicación». La gestión «nefasta» ha sido la muestra de la incompetencia. Apuntó hacia dos conselleras. A Nuria Montes, por no tener empatía con las familias de las víctimas y a Salomé Pradas, por su desconocimiento.

El diagnóstico es que el Estado autonómico se ha demostrado «fallido e inútil». Las Administraciones se han atacado entre ellas, vino a decir. «El Gobierno sabía desde 2014 que el barranco del Poyo era un foco de peligro». Los improperios de mayor intensidad se dirigieron contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. «Criminal», definió su actuación.

«Ha abandonado a los valencianos porque el gobierno autonómico no era de los suyos». Lamentó la supuesta solidaridad «con los de fuera», mientras aquí dicen que si queremos ayuda, «la pidamos». «Sánchez ha traicionado a Valencia», proclamó. Tuvo mensajes para todos, para la ministra de Defensa, Margarita Robles; para la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera e incluso, más en clave autonómica, a Pilar Bernabé por abandonar a los vecinos con el pillaje y también a Ximo Puig que no limpió los barrancos.

El afán de visibilidad de Diana Morant, secretaria general de los socialistas, eclipsó la comparecencia del síndic del PSPV, José Muñoz, que se produjo casi una hora después de que su líder hiciera la primera valoración. «Esto es la consecuencia de la peor política posible». Con esta frase, Muñoz vino a decir que todo esto responde a lo que ocurre cuando hay gobierno de coalición con la extrema derecha.

El PSPV ha presumido de la gestión de la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, frente a la incompetencia de la Generalitat. «No falló todo, no, Falló usted. ¿Por qué nadie podía ponerse en contacto con usted? ¿Por qué ese apagón durante la mayor tragedia de la Comunitat?». El líder socialista le reprochó sus «mentiras de manera reiterada». El síndic recordó esta gestión con «la manipulación» que se vivió en el accidente de metro de Valencia de 2006. Todo esto terminará con que usted «no pueda salir a la calle. Piénselo».

El socialista llegó a comparar el papel que jugó el maquinista de aquel siniestro con el rol de la Confederación Hidrográfica del Júcar en las horas previas a la tragedia. En resumen, que siempre han buscado un culpable en las grandes catástrofes. En su última intervención fue un paso más allá e incluso le pidió a Mazón que se vaya para no terminar como Francisco Camps. El expresidente ha resultado indemne de todas las causas de corrupción.

«No es el momento de elecciones sino de quitar el fango», reflexionó. El PSPV quiere dar una «respuesta responsable» para superar esta enorme crisis institucional. En ese escenario, pidió al PP que sustituya a Mazón por un presidente técnico y que sea capaz de colaborar en la reconstrucción. «Tendrán nuestro apoyo sin contraprestaciones». Se trata de una petición «sin precedentes, pero necesaria».

La secretaria general del PSPV, y ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, concretó algo más de ese eventual futuro con la dimisión de Carlos Mazón como president de la Generalitat y la convocatoria de elecciones anticipadas este próximo 2025. «No podemos seguir gobernados por un president negligente e incompetente».

Había un tema capital y que el presidente había esquivado: su comida con la periodista Maribel Vilaplana para ofrecerle la dirección de À Punt, lo que retrasó su llegada a la reunión de Emergencias. Compromís, de la mano de Joan Baldoví, entró directamente en este asunto. «¿Dónde estaba entonces, Mazón?,. Y una supuesta consecuencia de ese falta de compromiso: «¿Por qué tardó tanto en dar la alarma?». Finalmente le espetó: «¿Puede dormir por las noches?».

«Negligente, irresponsable, incompetente», definió la actuación del Consell. El dirigente se preguntó cuántas víctimas mortales fueron evitables. «Han fallado cuando más les necesitaban». Baldoví considera que Mazón dimitió de su responsabilidad por no hacer caso de las previsiones y puso como ejemplo lo que hizo la Universidad o la Diputación, por poner otros ejemplos. «Se fue de 'dinarot' y se quedó incomunicado durante las horas clave».

El portavoz del PP, Juanfran Pérez Llorca, en su turno de réplica, lamentó la catarata de bulos que se han producido durante la gestión de la catástrofe. Defendió la actuación de su presidente y alertó de lo «incomprensible» de que no se haya producido aún una comparecencia de los dirigentes del Gobierno central. Lamentó, de igual modo, la falta de limpieza de los barrancos. «La izquierda prefirió salvaguardar las cañas antes que la vida de los valencianos», indicó en alusión a algunas decisiones medioambientales del Botánico en el barranco del Poyo, punto conflictivo de la tragedia del día 29 de octubre.