El caso Azud y el trasvase acorralan a Puig en Les Corts

La sesión ha arrancado fuerte. Catalá (PP) ha preguntado a Puig si él es «el jefe», en relación a las conversaciones en las que Pepe Cataluña, exresponsable de las finanzas del PSPV, se refería a sus negociaciones con miembros del Consell para favorecer a empresarios vinculados a la trama de Azud. Les Corts se han transformado en un polvorín y el material explosivo se dirigía en todo momento hacia el líder de los socialistas valencianos, que ha eludido el asunto.

El diputado popular Miguel Barrachina ha enseñado una de las miles de camisetas que la UCO indica que la trama de Azud pagó con el fin de apoyar la campaña de Ximo Puig en las primarias de 2008 en las que finalmente se impuso Jorge Alarte, hoy en día director general del presidente de la Generalitat.

Mamen Peris, nueva síndica de Ciudadanos, ha preguntado por qué no se activa ya la comisión de investigación sobre Azud aprobada en junio de 2021. Vox también ha arremetido contra Puig. Sin respuesta. La réplica, en todo momento, ha sido el recuerdo de los casos de corrupción vinculados al PP.

Igualmente, la oposición ha reprochado a Puig la falta de contundencia a la hora de defender los intereses de los regantes frente a la decisión del Gobierno de Pédro Sánchez de recortar el trasvase. El presidente de la Generalitat ha respondido anunciando una ayuda en el pago del agua desalada, una solución indesada por parte de los agricultores valencianos.

Fuentes de Presidencia señalan que «la Generalitat implementará una línea de ayudas para rebajar en 10 céntimos el precio del agua procedente de las desalinizadoras. El Gobierno ha avanzado que fijará el precio del agua desalada en 0,34 euros por metro cúbico, por debajo de los 0,36 euros que planteó inicialmente. Con la ayuda de la Generalitat, se situará en 0,24 céntimos para los regantes. Además, el president ha avanzado también que va a solicitar la Constitución inmediata de la comisión de seguimiento de las infraestructuras que agua garantizada para siempre en la Vega Baja».

En el tramo final de la sesión de control se ha producido un encontronazo entre Puig y Podem. La síndica de UP, Pilar Lima, ha criticado el modo en que se está implementando las renovables. La brecha verde en el tripartito se mantiene, a pesar de que el atasco en la puesta en marcha de las fotovoltaicas le costó el puesto a la exconsellera Mireia Mollà.

El líder socialista le ha respondido que la urgencia de la situación obliga a tomar medidas ya, sin perder de vista los criterios medioambientales, y ha advertido que las soluciones «estatistas» (en relación a la fórmula comunista) no son válidas. Al finalizar la sesión, invitados de la tribuna han protestado por la implementación de las renovables y tras abandonar los palcos parlamentarios se han reunido con miembros de Compromís y UP.