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En las distintas OPE (Ofertas Públicas de Empleo) que ahora mismo están en vigor (correspondientes a los años 2017, 2018 y 2019) hay registradas ... 217 convocatorias en marcha por parte de la Generalitat. Son muchos, muchísimos, los valencianos que aspiran a convertirse en funcionarios: para trabajar en empresas públicas valencianas, en la Sanidad, como profesores en centros educativos... un total de 125.059 solicitudes de inscripción. De todos los aspirantes, los que optan por hacer los exámenes en la lengua autóctona no llega al 3%.
«Una oposición es una inversión de tiempo y esfuerzo muy considerable, y en una situación así la gente no se la juega, en castellano», explica Ricard L. C. preparador de aspirantes a distintas OPE desde hace años. Con el objetivo de hacer una previsión del número de ejemplares de los exámenes a imprimir en cada idioma, la Generalitat pregunta en qué idioma se quiere hacer el examen cuando los solicitantes presentan su instancia. De las más de 125.000 aspirantes para las OPE vigentes en la actuallidad, 3.699 marcaron en la instancia que desean realizar los ejercicios en valenciano, lo que supone un 2,96%, según indican fuentes del Gobierno valenciano.
«Mis padres son de Alzira y en mi casa se habla en valenciano siempre, fui al colegio y al instituto y, también, la lengua vehicular ha sido siempre el valenciano, pero no me la quise jugar», admite Josep R. L., que se presentó en 2020 a plazas a FGV en Feria Valencia. «He preparado a muchos estudiantes, y la verdad es que nadie se plantea elegir el valenciano», reconoce Ricard, si bien es cierto que apunta que «en las pruebas que incluyen el Derecho Administrativo basico, es una materia estatal y son terminos juridicos de corte muy técnico».
No obstante, esta tendencia masiva a emplear el castellano se da en todas y cada una de las oposiciones, también, por ejemplo al cuerpo docente de la Generalitat. Los profesores, muy concienciados con el uso de la lengua autóctona y afiliados de manera mayoritaria al STEPV, el sindicato más cercano a Compromís y que defiende a ultranza el requisito lingüístico para los funcionarios, cuando se enfrentan a las pruebas se inclinan masivamente por el castellano a la hora de aspirar a convertirse en funcionarios de la Generalitat. Una cosa es la defensa de la lengua y otra la pelea por un puesto de trabajo para toda la vida... y luego está la cuestión de la normatividad.
«Tengo amigos de La Ribera, completamente valencianoparlantes que ni se plantean hacer exámenes por el mido al 'normatiu', la gramática académica que le resulta a ajena a muchos ciudadanos de la Comunitat que viven en valenciano y han sido educados en sus colegios en la lengua autóctona pero que, al ponerse frente a un papel renuncian por sistema a utlizarlo», señala María G. Alrededor de un tercio de la plantilla de la Generalitat se jubilará en los próximos años, miles de plazas, y los aspirantes esquivan masivamente utilizar el valenciano para acceder a ellas.
Esteban aprobó la plaza de profesor el verano pasado pero no tiene plaza. Este curso le toca dar clase en un municipio de Alicante. Escribe artículos para prensa en valenciano, sin problema, pero ni se le pasó por la cabeza hacer los exámenes en lengua autóctona. «La prueba de Filosofía o Matemáticas las hice en castellano porque conozco muchos compañeros que suspendieron por cuestiones como el clásico «tinc que fer» o por los apóstrofes. Deberían plantearse qué están haciendo mostrándose tan estrictos porque esa rigurosidad empuja a la gente al castellano», explica Esteban.
«Algo está fallando. Esos datos sobre la elección mayoritaria del castellano son trágicos pero no me extrañan nada», señala Ángels, profesora de instituto en La Safor. Si en la provincia de Valencia los que optan por la lengua autóctona para examinarse en las oposición son una minoría indisimulable, un 2,94% de los que han cursado la solicitud para las pruebas, en el caso de Castellón el porcentaje es exiguo, un 0,44%, mientras que en Alicante ya son prácticamente inexistentes los que eligen el valenciano: el 0,28% de los que pretenden optar a las plazas de funcionario de la Generalitat.
Entre los que no apuestan por el castellano, esa minoría, también hay muchos que renuncian. El día del examen, ofrecidos en cada aula los ejercicios en valenciano, únicamente se entrega, de media, un 7,5% de los que fueron previamente solicitados. A modo de ejemplo, datos del ejercicio de la numerosa convocatoria 57/18 (pruebas selectivas de acceso al cuerpo especialistas en educación especial de la Administración de la Generalitat), se registraron más de 5.000 inscripciones en total. De todas ellas, en 197 instancias se solicitó hacer el examen en valenciano. Al final, tan solo se entregaron quince.
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