Las oposiciones en À Punt, primer frente abierto para el nuevo director general

Alfred Costa ejerce desde ayer como nuevo director general de À Punt. Tras superar el proceso selectivo en el que se impuso al resto de aspirantes al cargo, el nuevo responsable de la cadena tiene ante sí el reto de reflotar un canal que desde que regresó a las pantallas en 2018 no ha conseguido los niveles de audiencia, ni de ingresos publicitarios, previstos. La era de Empar Marco propició la vuelta de la televisión pública valenciana a las pantallas de todos los valencianos, aunque el día a día de su gestión ha provocado no pocos incendios.

Algunos de ellos se han quedado sobre la mesa del despacho del nuevo director general. Entre los más delicados, el que hace referencia a la convocatoria de oposiciones para la plantilla de la Sociedad Anónima y la de la Corporación Valenciana de Medios de Comunicación. Entre otras razones porque la propia ley limita el margen financiero que la televisión valenciana puede darle a su plantilla de personal -no más de un tercio del total del presupuesto-. Con el número de plazas de la plantilla provisional actual, ese tercio se superaría ampliamente.

Esa parte es la que afecta a las oposiciones de la Corporación, que son las que van más retrasadas. Las de la Sociedad, que afectan a medio centenar de personas, tenían un horizonte más despejado ante sí. O eso se pensaba. El pasado mes de octubre el consejo rector dio luz verde a la convocatoria de esas plazas distribuidos en 18 categorías laborales. En concreto, se trataba de 16 puestos de operador de equipo, siete de administrativo, otros siete de auxiliar administrativo, cinco de técnico en gestión económica, tres de técnico de recursos humanos y otros tres de técnico jurídico. El resto de las plazas eran para productor ejecutivo (2), técnico lingüístico (2), técnico en telecomunicaciones (2), técnico en informática (2), operador de sistemas informáticos (2) u operador electrónico (2).

La aprobación y posterior publicación de la OPE en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) era el paso previo para la convocatoria de las oposiciones individuales de cada categoría, detalló el ente.

El paso previo no ha dado lugar, casi cinco meses después, a la convocatoria de dichas oposiciones. De hecho, todas esas plazas siguen en esa especie de limbo que supone que se haya anunciado que salen a oposición y, sin embargo, ésta no se haya convocado todavía. Las fuentes consultadas por este diario sugieren que el motivo que se encuentra detrás de este bloqueo tiene que ver precisamente con la convocatoria de las de la Sociedad -más de 400 plazas- con esa limitación salarial establecida en la ley.

Junto al problema de las oposiciones, la nueva dirección de À Punt tiene ante sí un complicado horizonte financiero, que ha sido incluso cuestionado por la Intervención, que ha puesto en tela de juicio los métodos de contratación y la mala contabilidad, que ha llevado incluso al retraso en la aprobación de las cuentas más allá del plazo legal.

Costa ya explicó en su comparecencia ante Les Corts del pasado mes de febrero que, entre otros retos, pretendía que «la (producción) propia siga encabezando el proyecto», pero reforzando la colaboración público-privada y proponiendo alternativas «valientes» para mejorar la oferta, en base a un análisis de la realidad demoscópica. Otro de sus planteamientos era «llegar a un consenso» con las productoras foráneas y «enganchar» a las locales para «blindar» el 35% de la parrilla a productos audiovisuales de sellos independientes dobladas en valenciano, además de «seguir doblando al valenciano el 100% de la producción externa».

Dentro de la programación, el proyecto de Costa prevé «pequeños ajustes horarios» con nuevos formatos donde predomine el reporterismo, la información meteorológica y deportiva y un programa de actualidad semanal.