Papi Robles se ha estrenado oficialmente este miércoles como síndica de Compromís. Primer día, primera entrevista y primer charco al que se lanzó sin ... aparente necesidad. No existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión, que se suele decir. Robles pudo esquivar el escollo sin problemas, pero quién sabe si fue su inexperiencia en estas lides o una buscada intencionalidad lo que le llevó a meterse en ese jardín siempre espinoso: el relevo de Mónica Oltra como cabeza de cartel de Compromís.
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La nueva portavoz trató, al principio, de lanzar un mensaje de tranquilidad después de las tensiones de las últimas horas en el seno de la coalición nacionalista. «El diálogo, las discrepancias. Todo eso fortalece», indicó en su comparecencia en les Notícies del Matí (À Punt) tras la polémica por la marcha atrás y posterior filtración de la sorprendente renuncia de Vicent Marzà a ocupar esa plaza en Les Corts.
La realidad es que la incertidumbre acerca de la posición de Mónica Oltra en las próximas elecciones rodeó buena parte de conversación. La nueva síndica pudo elegir respuestas más cordiales o de manual de cualquier político. Pero optó por abrir un frente que posiblemente ahora, en un grupo humano tensionado, no sea el más recomendable para su organización. Lo de ayer casi fue como pedir calma a gritos.
Robles subrayó que el partido no tiene que sustentarse en un liderazgo unitario, sino que apostó por una «colectividad en el liderazgo». La síndica, tras este complicado ensamblaje del nuevo concepto de líder, no quiso confirmar el próximo cartel electoral de Compromís. «Ya se decidirá. Tendremos que hablarlo», llegó a decir. Es decir, Robles duda de que la actual vicepresidenta del Consell se presente de nuevo a los comicios como número uno de la coalición
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La responsable consideró, no obstante, que el Botánico no se verá afectado por esa nueva plataforma que parece surgir a la izquierda del PSOE y que quizá condicione el futuro de Oltra pese a que la consellera ha evitado hasta la fecha pronunciarse.
Robles pronosticó, se ignora con qué grado de confianza, que esos movimientos de la ministra Yolanda Díaz con el apoyo de Mónica Oltra no fracturarán los acuerdos a la valenciana. El Botánico sería como una isla en caso de que el proyecto se materializara.
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Respecto a las críticas del Partido Popular a la política de la consellera de Igualdad con los menores, respondió que se trata de un «acoso a la vicepresidenta porque no tienen forma de criticar sus políticas». No hay argumentos para sustentar esas críticas, añadió. Existe una sentencia, ratificada por el TSJ, no obstante, donde una fiscal y tres jueces reprochan la negligente actuación de la Conselleria de Igualdad en el cuidado y protección de la menor que fue víctima de abusos sexuales por parte del marido de la consellera.
La gestión de los más indefensos se está investigando actualmente en la Unión Europea, el síndic de Greuges y en un juzgado de Valencia que acaba de unir las diligencias abiertas hasta ahora en dos órganos judiciales. Un horizonte judicial complicado para cualquier político.
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