Pepe Cataluña: Un padrino para todo el PSPV

Pero, centrándonos en la figura de Pepe Cataluña, su papel dentro del partido siempre ha estado envuelto en un halo misterioso. Quizá porque el dueño de la caja fuerte durante más de una década ha dicho en innumerables ocasiones que se llevaría los secretos de la federación valenciana al otro barrio. Como si de un padrino de nuestros días se tratara, todo el que ha necesitado un favor en la órbita del socialismo valenciano y tenía carné de lermista, sabe que ha podido contar con el exalcalde de Gilet. Favores, eventos o contactos. Quizá porque su simpatía siempre ha sido tan grande como su agenda, repleta de nombres tras décadas de servicio al partido desde distintos despachos.

De su pueblo, Gilet, un pequeño municipio del Camp de Morvedre, fue alcalde desde 1983 hasta finales de los 90, cuando el entonces secretario general del PSPV, Ignasi Pla, lo hizo responsable de finanzas de la organización, entonces ya en la oposición. Desde entonces, su relación profesional con el partido se ha mantenido casi hasta la actualidad, aunque no de manera tan directa. Cataluña ha seguido vinculado al PSPV como conseguidor y como persona de referencia a la hora de los eventos. Sin embargo, esa cierta pátina de discreción que siempre lo ha rodeado se borró con su salto a la caja más importante de la Comunitat, la desaparecida Bancaja, de donde fue vicepresidente desde 2004. Después siguió formando parte de los consejos de la fundación Bancaja hasta su jubilación y extinción de la entidad.

En clave orgánica, sonadas han sido las comidas anuales en su casa, en las que congregaba a lo más granado del lermismo en la finca en la que ayer se produjo el registro. Un grupo de amistades al que pertenece parte de la plana mayor de Presidencia, con el presidente de la Generalitat entre ellos.

Pero, el nombre de Pepe Cataluña pasó de las páginas de Política a las de Tribunales en 2010, cuando apareció vinculado a la negociación de una trama de basuras que afectó de lleno al PP de Orihuela y al empresario Ángel Fenoll. Después, en 2016 llegó la imputación por el proyecto Grand Coral en el Caribe mexicano, del que formó parte como miembro de Bancaja.

Pero, sin duda, el momento de mayor tensión llegó en 2018, cuando en puertas de la campaña electoral de las autonómicas, un juez abrió una causa por la presunta financiación irregular del PSPV que, finalmente se acabó archivando, pero que hizo al partido aguantar la respiración durante semanas. Entre los documentos aportados, varios correos en los que una constructora hablaba de enviarle las facturas al entonces responsable de finanzas. Antes del archivo tuvo que pasar por Les Corts y hasta por el Senado para explicar el asunto.

Ahora, muchos en el partido tiemblan porque el simpático padrino socialista guarda muchos secretos que ahora están siendo revisados con lupa.