Llanos Massó, un alfil del grupo duro de Vox

La dirigente reúne todos los elementos del perfil perfecto de Vox en la línea del recién estrenado Le Senne en Baleares o de Marta Fernández, presidenta en Aragón, aunque sus declaraciones no llegan a la intensidad de la aragonesa. Vox parece haber coincidido en que en estas presidencias deben recaer en personas exentas de tibieza capaces de defender el discurso del partido con solvencia. Y luego, ya se verá qué protagonismo mediático y social quieren jugar desde esa posición.

Massó es antiabortista, procede de la plataforma Hazte Oír. Es negacionista de la violencia de género –adelantó ayer que hay que proteger a las mujeres, pero de inmediato introdujo el problema de las menores tuteladas– y rechaza que exista una brecha salarial entre hombres y mujeres. Critica, además, todas las organizaciones que, según su criterio, viven de la violencia de género. No duda en arremeter contra À Punt. Otra de sus dianas preferidas es la Acadèmia Valenciana de la Llengua por servir supuestamente a intereses de Cataluña.

Ha sido una de las diputadas más críticas con la política de Compromís que supuestamente arrincona el uso del castellano en las aulas. En su momento, acaparó protagonismo en un debate en Les Corts cuando criticó la existencia de libros en los colegios que muestran imágenes de diferentes tipos de penes: «¿Cree usted que estas imágenes de penes de adultos de distintos tamaños y formas benefician a los niños?», preguntó. La consellera de Educación, Raquel Tamarit, le replicó: «Ya sé que ustedes creen que hay una, grande y libre. Pero hay muchas maneras y diversidad». Las risas fueron inevitables.

Massó tiene estudios en Ciencias Físicas y es diplomada en audioprótesis por la Universidad de Alicante y en Ciencias Religiosas por la diócesis de Castellón. La castellonense se afilió al partido en 2015 cuando el proyecto de la formación para conseguir puestos de poder en la Comunitat y en España parecía una entelequia. Todo ha cambiado desde entonces.