Podemos se olvida de los pactos del Botánico a la hora de renovar puestos directivos del Consell

El Consejo de Dirección de l'Entitat Valenciana d'Habitatge i Sòl (EVha), presidido por el vicepresidente segundo, Rubén Martínez Dalmau, nombró esta semana a César Jiménez nuevo director de la entidad. Sin embargo, las subdirecciones quedaron por resolver. No hay acuerdo en varios nombramientos. Dalmau no da el visto bueno al pacto alcanzado en su momento para cubrir la subdirección social de EVha que sigue vacante desde que se fuera Helena Ferrando, de Compromís, hace dos meses.

La coalición que lidera Mónica Oltra y los podemistas habían acordado que esa subdirección estaba ligada a las competencias sociales de Compromís en la conselleria de la vicepresidenta, de donde precisamente procedía Ferrando. Dalmau se resiste, por lo que se han retirado los nombramientos, tanto de esta subdirección, la social, como la de gestión, para la que se perfilaba la, hasta ahora, asesora y exconcejal podemista María Oliver.

El síndic del PSPV, Manolo Mata, no quiso incidir en aquello que negoció hace dos años. El portavoz socialista se plegó a lo que «ahora» decida Dalmau: «Lo que haga será bienvenido». No obstante, reconoció que existía «un reconocimiento de que la EVha depende de la Vicepresidencia Segunda, que la figura de su director la elegiría Podemos y que las subdirecciones serían para el PSPV y Compromís. Apoyamos el nombramiento de Jiménez y se intentó ver cómo se hacía lo de las subdirecciones, pero no perderemos el tiempo en esa cuestión». Ese acuerdo fue corroborado por fuentes de Compromís en el Consell y también desde fuentes vinculadas a los negociadores de Podemos en aquel momento. De hecho, desde Compromís se recuerda que en las competencias de la conselleria de Oltra se incluye la coordinación de las políticas de acceso a la vivienda social. «En las negociaciones se habló de todo eso con detalle, pero sus negociadores ya no están», señalan fuentes de la coalición en el Consell.

Preguntada por esos pactos previos, Lima echó el miércoles balones fuera. No quiso confirmar o desmentir si había un acuerdo previo. Algo que, según fuentes moradas conocedoras de aquella negociación, obedece a que «nadie sabe lo medido que estaba todo, lo mucho que se habló allí. Es de locos. Las cosas tienen un porqué, un contexto, un equilibrio. Lo que parece una cesión por un lado tenía una contrapartida por otro, pero los que se han quedado no lo saben». Lima augura que todo se resolverá, y probablemente así sea, pero las purgas internas en Podemos, además de las salidas por agotamiento o desencanto, han propiciado esa amnesia morada.