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El presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, admitió el pasado 19 de diciembre el apagón informativo que por espacio de ... dos horas y media dejó al Centro de Emergencias sin información sobre el caudal del barranco del Poyo, el que acabó derivando en la riada que arrasó media provincia de Valencia y se cobró la vida de 227 personas.
Polo, reunido con la junta de gobierno de la CHJ, fue interpelado por el secretario autonómico de Medio Ambiente, Raúl Mérida, sobre la falta de información entre las 16.13 y las 18.43 horas del pasado 29 de octubre respecto al caudal del barranco del Poyo, precisamente el periodo en el que sufrió un descomunal incremento de caudal que tuvo los conocidos efectos devastadores. «Lo que no se transmitió en ese tiempo es información de la rambla del Poyo», admitió Polo, según aseguran a este diario hasta tres fuentes distintas que participaron en esa reunión.
Ese apagón informativo –la expresión la utilizó el president Carlos Mazón en su comparecencia ante Les Corts para explicar lo ocurrido el 29 de octubre– se encuentra en el origen de las catastróficas consecuencias de la riada. Porque la Confederación, hasta esas 16.13 horas, sí que había estado remitiendo información sobre los caudales que bajaban por el Poyo.
En concreto, a las 11.06 horas de ese 29 de octubre la CHJ activó la alarma de caudal con un valor de 264 metros cúbicos por segundo y tendencia ascendente en el Poyo, indicando que la crecida está produciéndose muy rápida. A las 12.20 horas Emergencias envió alerta hidrológica, avisó a todos los municipios afectados y obligó a constituir los centros de coordinación de emergencias locales (Cecopal), aunque sólo se constituyeron en Algemesí y Valencia.
A las 13.42 horas la CHJ desactivaba el aviso de caudal al bajar a 120 metros cúbicos por segundo con tendencia descendente. Y a las 15.04 horas, confirmó la desactivación de alarma al informar de un caudal de 55,86 metros cúbicos por segundo. La desactivación de alarma se confirma a las conocidas 16.13 horas, cuando se informa de un caudal de 28,7 metros cúbicos por segundo. Emergencias durante todo este proceso no desactivó su alerta hidrológica.
Este último dato, inmediatamente anterior a la constitución a las 17.00 horas del Cecopi, puede ser la clave de que la CHJ dejara de prestar atención al barranco del Poyo. El caudal, efectivamente, había sufrido hasta tres descensos consecutivos. Y en cambio, la presa de Forata comenzaba a amenazar. De hecho, a las 15.54 horas se había enviado un aviso de posible afección a municipios aguas abajo de la presa por posibles desembalses superiores a 1.000 metros cúbicos por segundo.
La vista puesta en Forata es la que llevó a que se enviara un correo desde el Sistema de Alerta e Información Hidrológica (SAIH) a las 18.04 horas que notificaba la declaración del Escenario 2 del Plan de Emergencia, por riesgo real de rotura de la presa. Como es sabido, Forata avanzaba hacia la rotura inminente, hasta el punto de que a las 20.12 horas, y tras comunicación del Secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, se decidió enviar el famoso Es Alert a todos los teléfonos móviles.
Mientras toda la atención se centraba en Forata, a las 18.43 horas se produjo una nueva comunicación sobre el barranco del Poyo. Los 28,7 metros cúbicos por segundo de las 16.13 horas pasaban en ese momento a ser 1.686 metros cúbicos por segundo, con tendencia ascendente y con una crecida muy rápida. La cantidad de agua ya era bestial, del orden de casi 1,7 millones de litros cada segundo, cantidad que equivale a 53 veces el caudal del Tajo-Segura, o a cuatro veces el del Ebro, y todo ello, por una rambla por la que nunca pasa ni hay agua.
Durante esas dos horas y media la CHJ no remite correo alguno -ni a Emergencias ni desde las 17.00 horas al Cecopi- sobre el caudal del barranco del Poyo. Tampoco consta que el propio Polo, presente en esa reunión del Cecopi, transmitiera información alguna al respecto. A esa hora, la vista seguía puesta en Forata, que no llegó a romper, sin que llegara a dimensionarse las consecuencias que puede tener ese caudal y, peor aún, cuando se venga a sumar al de Horteta. La CHJ ha estimado que la suma de ambos caudales pudo situarse en el entorno de los 3.500 metros cúbicos por segundo. Un volumen de agua ya incontrolable.
¿Y esa información que no se transmitió sobre el Poyo? Polo, en esa misma junta de gobierno, explicó que la información siguió llegando gracias a la Red de Alertas de Protección Civil, a la que tienen acceso todos los Centros de Emergencias, y a la que facilita el SAIH. «Hay constancia fehaciente», dijo. Sin embargo, no llegó a aclarar por qué los correos como los enviados hasta las 16.13 horas se interrumpieron durante las dos horas y media críticas.
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