López Miras y Mazón, en un acto conjunto en Murcia. Alfonso Durán

¿Por qué el PP pacta con Vox en la Comunitat Valenciana y rechaza el acuerdo en Murcia?

La clave es el modelo Ayuso, que sí le sirve al murciano López Miras para gobernar en solitario pero para Mazón es una trampa en Les Corts porque no suma más escaños que la izquierda

Héctor Esteban

Valencia

Jueves, 15 de junio 2023, 00:07

¿Por qué el PP pacta con Vox el gobierno de la Comunitat Valenciana y aleja el acuerdo en la Región de Murcia? Un día después de que el líder de los populares valencianos, Carlos Mazón, suscribiera en Les Corts Valencianes el documento ... con la formación de Santiago Abascal, el presidente murciano y líder de su partido, Fernando López Miras, ha dejado fuera de la Mesa del Parlamento a Vox, lo que es una declaración de intenciones de que sólo piensa en gobernar en solitario como en 2021 hizo Isabel Díaz Ayuso. Razones puede haber muchas, pero algunas son tan simples como la suma de escaños.

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La clave está en la aritmética que proyecta cada una de las Cámaras regionales, en sumar más que la izquierda. En la Comunitat Valenciana, donde Carlos Mazón apuntó su intención de gobernar en solitario sin la aportación de Vox, la situación de debilidad del PP en el hemiciclo era más que evidente, pese a ser el partido más votado. Los 40 escaños de Mazón son muchos, pero muy alejados de los 50 que se necesita para gozar de mayoría absoluta. En cambio, los 21 en Murcia de López Miras le deja sólo a dos de gobernar en solitario, por lo que la repetición de unas elecciones sería incluso un plus para la candidatura del PP, que no quiere maridar con Vox.

El PP necesita a Vox en la Comunitat Valenciana, casi a la fuerza. La estrategia de Mazón es la de un corredor de fondo, a largo plazo, y que dentro de cuatro años los valencianos decidan. El objetivo era recuperar el mando del Consell, y el reto se ha logrado con un resultado que ha superado las expectativas y las encuestas. Pero el PP está a diez diputados de la mayoría absoluta, por lo que no podía convertir el hemiciclo en una montaña rusa durante los próximos cuatro años. La suma de Vox garantiza estabilidad a la gestión. Mazón sólo tiene que exhibir sus dotes de negociador.

En las partidas políticas en la Comunitat y en la Región de Murcia las bazas son distintas. En el hemiciclo valenciano, un gobierno en solitario del PP tenía el riesgo de que cada iniciativa que acudiera a Les Corts fuera tumbada por la suma de los grupos de la oposición, PSPV (31 escaños) y Compromís (15). Una abstención de los 13 diputados de Vox en cualquier propuesta ponía al Consell contra las cuerdas. La suma de la oposición -46 diputados- siempre iba a ser mayor que los 40 parlamentarios de Mazón, por lo que cada punto se tendría que negociar con Vox, hubiera o no acuerdo de gobierno. Una gestión de desgaste, de muchas horas de tira y afloja y siempre con la mirada en el panel electrónico de Les Corts para ver si una simple proposición no de ley podía ser aprobada. Demasiadas incertidumbres y pocos acuerdos.

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Una simple abstención de Vox incluso podría haber dejado en manos de la izquierda la presidencia de Les Corts Valencianes, ya que PSPV y Compromís suman más votos que el PP en solitario. Génova y el PPCV han optado por la situación más lógica en un reparto de fuerzas muy equilibrado entre los dos bloques. Otra cosa es que el PSPV, que ahora carga con dureza contra el acuerdo, hubiera puesto sobre la mesa cierta generosidad y hubiera facilitado la investidura y la gestión a Carlos Mazón sin necesidad de pactar con Vox. En la mano de Ximo Puig estaba pero el presidente en funciones siquiera tuvo el gesto de sentarse a hablar con el líder popular.

Feijóo apuntó ayer que una falta de acuerdo para el gobierno de la Generalitat hubiera abocado a la Comunitat Valenciana a unas nuevas elecciones. Algo que no interesaba al PP de Mazón, ya que el reparto no hubiera sido muy distinto al del 28 de mayo.

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En la Región de Murcia, en cambio, la fortaleza del PP de López Miras es mucho mayor que en la Comunitat en el resultado electoral. Los populares se han hecho con 21 de los 45 escaños de la Asamblea Regional y, por separado, ni Vox ni la suma de los diputados del PSOE y Podemos son una amenaza de peso para un gobierno en solitario.

La gran diferencia respecto a la Comunitat Valenciana es que en la Region de Murcia la abstención de Vox no puede tumbar una propuesta. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: los 13 diputados del PSOE y los 2 de Podemos suman 15, nunca más que los que 21 del PP, por lo que la abstención de los 9 escaños de Vox permitiría que las propuestas que fueran al hemiciclo saldrían por mayoría simple. La oposición no es una amenaza para el PP murciano, salvo que se unan los tres grupos, algo que parece improbable porque Podemos y Vox nunca irán en el mismo barco. A López Miras, la cuenta de la vieja le es favorable.

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Y a los populares parece que no les da miedo una repetición de las elecciones en Murcia, porque la lógica invita a que no se va a producir esa situación, en la que el PP quedará igual o más reforzado. López Miras ha sumado cinco escaños respecto a las autonómicas de 2019 y supera el 42% de los sufragios del electorado. Además, el batacazo de los socialistas ha sido más que significativo -pasaron de ser el partido más votado a perder cuatro escaños en una legislatura- y Podemos no tiene margen de mejora. En Murcia, el líder del PP tiene herramientas para copiar el modelo Díaz Ayuso, que no es otro que gobernar en minoría, una fórmula que a la presidenta madrileña le ha ido de maravilla y que le ha permitido saltar la barrera de la mayoría absoluta en los últimos comicios. Tras las elecciones de 2021, la suma del bloque de izquierdas más la abstención de Vox nunca ponía en peligro la mayoría popular -65 contra 58 escaños- de la presidenta madrileña.

La aritmética de un hemiciclo viene a explicar los motivos por los que en dos territorios vecinos hay urgencia para cerrar un pacto entre el PP y Vox y en el otro los populares se atreven a gobernar en solitario. «Murcia no es Valencia, queremos un gobierno en solitario», señaló este miércoles López Miras.

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La incógnita por despejar ahora está en Extremadura, donde PP y PSOE equilibran sus fuerzas con 28 diputados cada uno. La popular María Guardiola necesita los cinco escaños de Vox para gozar de una legislatura de estabilidad, aunque habrá que ver cómo se resuelve el próximo gobierno extremeño, si elige la vía valenciana o la murciana.

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