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Burguera
Miércoles, 10 de julio 2024, 15:13
La ley de la Concordia, su aprobación, ha escenificado sin reservas que en Les Corts se vive la políticas en un estado diametralmente opuesto. en ... un absoluta discordia. En lo que se hace, en lo que se piensa y en la consideración que tienen unos de otros. La normativa impulsada por Vox, principalmente, pero también por el PP, que en otras autonomías ha acabado ya en los juzgados, registró ayer el debate final de su tramitación en el parlamento valenciano, donde se ha debatido este miércoles y que este jueves registrará una votación en la que, con total seguridad, PSPV y Compromís se opondrán a una normativa que populares y voxistas consideran un homenaje a la Transición. La sombra de un litigio judicial ha planeado sobre el debate de la ley, una discusión parlamentaria de calibre grueso, con acusaciones de odio y de guerracivilismo, menciones a abuelos, bisalbuelos y figuras históricas valencianas represaliadas durante los años del franquismo, una querencia por el franquismo que se ha reprochado por parte de la izquierda en repetidas veces a voxistas y populares.
La nueva ley derogará la de Memoria Democrática de 2017 e irá desde 1931 hasta la actualidad en lugar de hasta el inicio de la democracia en España. Socialistas y nacionalistas han advertido de que la recurrirán en los tribunales mientras los populares les han reprochado que quieran judicializar la política, porque para los socios del Consell, la norma pretende ser «superadora de bandos», si bien, paradójicamente, su tramitación los ha exacerbado, los bandos. En la tribuna de invitados del parlamento valenciano estaban las nietas de tres represaliados por el franquismo: el director de la revista 'La Traca', Vicent Miquel Carceller; el conocido como «el padre del guerrillero», Teófilo Alcorisa, y el médico y político Juan Bautista Peset Aleixandre, todas ellas invitadas por la oposición.
El síndic de Compromís, Joan Baldoví, ha coincidido con el del PSPV, José Muñoz, en que la ley está en su punto de mira judicial. El socialista ha advertido en que la recurrirán «ante cualquier instancia judicial y política, tanto en el Parlamento Europeo como en cualquiera internacional». Mientras que el portavoz del PP, Miguel Barrachina, ha puesto en duda la imparcialidad de esos tribunales a los que acudira el PSPV y desde Vox, José María Llanos ha lamentado que en la izquierda no «no creen en la libertad, sino en una religión de estado».
Los partidos de la derecha han defendido la intención de desmontar revanchismos y venganzas, interpretaciones sectarias y partidistas de la historia. La diputada del PP Marisa Gayo ha defendido que es una ley «restaurativa por encima de revanchismos», y ha señalado que es necesario aprender a olvidar el pasado, tal y como le enseñó su abuela, hija de un alcalde socialista represaliado porque había protegido a un cura perseguido en los años de la Guerra Civil.
El portavoz adjunto de Vox, David Muñoz ha reivindicado que «la ley de 2017 queda totalmente derogada». «Empiecen a asumirlo: Vox ha llegado para quedarse», ha dicho a la oposición, y ha añadido, tras citar la película 'Bitelchús': «No repitan tantas veces a Franco, no sea que nos vaya a dar un susto y aparezca». También ha citado el programa 'Barrio Sésamo' y el concurso '1, 2, 3... responda otra vez«.
La socialista Mercedes Caballero ha hecho dos intervenciones de repaso de personajes valencianos represaliados por ser considerados de izquierdas, y ha lamentado que «mientras la voz del pueblo francés se alza contra la extrema derecha, aquí siguen alimentando a la bestia», lo que le ha servido para señalar a Mazón como presidente de un Consell y de una etapa que «pasará a la historia por su negacionismo y por ponerle alfombra roja a los amigos de Le Pen». Muñoz ha replicado en términos futbolísticos mofándose de que Francia vaya a ver la final de la Eurocopa desde «el banquillo», si bien querría referirse a la grada, porque este martes ha sido eliminada por 'La Roja'.
La portavoz adjunta de Compromís Isaura Navarro ha calificado la ley de «panfleto franquista que lo único que contiene es la derogación de una ley cargada de derechos».
«Presentan un gloria a Franco y una venganza por haberlo sacado del Valle de los Caídos», ha espetado Navarro a Vox, y ha recalcado que «con una memoria inventada de puro delirio como la suya no hay democracia». Para la diputada de Compromís, la norma es obra de «representantes y herederos del franquismo», a los que acusado de querer «que vuelva», así como de aprobar una ley que «oficializa la dictadura» por parte de los «herederos de los torturadores».
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