PP y Vox, a favor de separar los libros de diversidad sexual de la sección infantil en las bibliotecas

PSPV y Compromís han arremetido contra la iniciativa por considerar que busca segregar los contenidos vinculados con la libertad sexual, además de alejar a los menores de información sobre este tipo de temas, y por último, de inmiscuirse en el modo en que las bibliotecas y su personal deben gestionar los contenidos en función de la moral.

El diputado del grupo parlamentario Vox, Jesús Albiol, que en Burriana ya activó una iniciativa similar, ha sido el que ha impulsado la iniciativa. Para Albiol, durante los años del Consell del Botánico, «la única preocupación era implantar su ideario en todos los ámbitos y especialmente en el socioeducativo. Han intentado manipular a la población más vulnerable, para imponer un fervoroso adoctrinamiento en las aulas de centros educativos y bibliotecas».

Para los voxistas, los libros «basados en ideología que en muchas ocasiones confundía a los alumnos y usuarios de bibliotecas» deben estar «en un área fuera del alcance de los menores».

El PP ha tenido que leer con atención la legislación con el fin de fundamentar su apoyo a la iniciativa de Vox. La popular Laura Chuliá ha defendido que ellos «van a apoyar el cumplimiento de la ley», y en este sentido se ha referido a que la estrategia valenciana para la igualdad LGTBI, impulsada por el Botánico promovía la cración de «secciones específicas de contenido LGTBI en las bibliotecas». Igualmente, el artículo 20 de la ley de bibliotecas se adaptó para señalar que los «contenidos en materia de diversidad sexual, de género y de desarrollo sexaual» deben configurar «una sección específica».

Verónica Ruiz, de Compromís, ha considerado que la especificidad va por un lado y no es lo mismo que alejar esos contenidos de los menores. El socialista José Chulvi ha defendido la autonomía de los bibliotecarios y ha apelado, también, a la ley de bibliotecas, para recordar la importancia de defender la igualdad de acceso a los materiales de los centros, «sin discriminación por razón de origen, etnia, religión, ideología, género...». Y por todo ello consideran que la propuesta busca la segregación del colectivo LGTBI, así como la vulneración de los derechos de los menores.