Hacienda deja fuera del presupuesto de 2025 algunos de los recortes exigidos por Vox para aprobarlos

Merino ha sido preguntada de forma reiterada por la letra pequeña del acuerdo alcanzado por el PPCV con Vox el pasado lunes, y que ha permitido que el Consell dé luez verde a este proyecto de ley. «Me consta que en este precupuesto las partidas a patronal y sindicatos no se han modificado. Y la de cooperación, tampoco, aunque ya no va a ser nominativa, sino de concurrencia competitiva», ha explicado. En otro momento ha señalado que «el presupuesto no tiene ningún tipo de recorte ni en derechos de igualdad ni en políticas verdes».

Momentos antes, Llanos había señalado que los presupuestos de la Generalitat iban a ser «los mejores presupuestos», que reducirían el gasto superfluo , la duplicidad en agencias y organismos, y que ello supondría un ahorro de unos 200 millones de euros en el sector público instrumental. También incluirían una «importante reducción de impuestos y se van a retirar todas las tasas que están castigando a nuestro sector pesquero, las tasas «verdes»» y que se reducirá un 25% de las subvenciones a la «Academia catalanista de la Lengua» (AVL).

Merino se ha limitado a remitir a la «negociación de enmiendas en Les Corts» para concretar esas medidas, y ha remitido a las comparecencias de los consellers para detallar la letra pequeña de esas medidas propuestas por Vox. «Hay cosas que pide Vox que si que recoge este presupuesto y que ya estaban ampliamente anunciadas por este Consell. En otras estamos más distantes y en el trámite parlamentario los partidos presentaran enmiendas y se negociará, no puedo anticipar en qué términos», ha señalado.

El presupuesto de la Generalitat para 2025 asciende a 32.291 millones de euros, según acaba de anunciar este jueves la consellera de Hacienda, Ruth Merino. La cifra representa un 8,6% más que las cuentas de 2024, que ascendieron a 29.732 millones de euros. La parte fundamental de ese aumento la representan los 2.364 millones del denominado 'presupuesto dana' que acompaña a las cuentas, pactadas esta misma semana por el PP y Vox, tal y como anunció el pasado lunes el president Carlos Mazón.

De hecho, sin contabilizar ese presupuesto dana, el que recoge la totalidad del crédito presupuestario (vía endeudamiento) habilitado por el Gobierno valenciano para atender los daños causados por la riada del 29 de octubre, el presupuesto valenciano se situaría en 29.927 millones de euros, apenas un 0,7% más que el presupuesto de 2024.

Las cuentas para el nuevo ejercicio vienen marcadas, además de por ese acuerdo con el partido de Santiago Abascal que ha permitido desbloquear su aprobación después de varios meses con las cuentas de 2024 prorrogadas, por la presencia de ese apéndice que supone el apartado dedicado a atender los daños de la dana. 2.364 millones de los que, exactamente 600, se dedican al plan de recuperación económico y social dependiente del vicepresidente segundo, Francisco José Gan Pampols. La cartera de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio que dirige Vicente Martínez Mus es la segunda que más fondos dispondrá en este presupuesto dana, con casi 500 millones de euros.

De ese presupuesto, más de 167 millones se destinarán a política industrial con ayudas para empleo y reactivación económica y a través de Ivace, otros 111,5 millones en inversiones para reparación y rehabilitación de infraestructuras públicas dañadas por la dana, Agricultura destina más de 66,8 millones para abastecimiento, modernización de regadíos y reutilización, y 57,8 millones se destinarán a infraestructuras.

Del presupuesto 'ordinario', los fondos dedicados a hacer frente a la deuda de la administración autonómica se reducen de los 7.001 millones (vencimientos más intereses) de 2024, a los 5.981 millones del presupuesto para este año. Una caída de las amortizaciones del 14,6% (1.020 millones de euros). De hecho, el gasto real del presupuesto –descontado el financiero- asciende a 23.887 millones de euros, un 5,4% más que el del ejercicio anterior.

De esa cifra, las operaciones corrientes crecen un 7,6% -en particular debido al aumento de los capítulos II y III (gastos de funcionamiento y financieros), mientras que cae un 12,3% en los capítulos de inversión (VI y VII). Ni que decir tiene que, al contabilizar el presupuesto dana, las cifras se ven modificadas de forma sustancial: el presupuesto no financiero crece un 15,8%, y las operaciones de capital (inversiones y transferencias) alcanzan los 2.953 millones de euros.

En materia de ingresos, la Generalitat presupuesta la llegada de 15.883 millones de euros por la vía del sistema de financiación autonómica, una cifra muy similar a los 15.518 millones recibidos en 2024. A los que hay que añadir una inyección de fondos europeos (302 millones de euros), cifra muy inferior a los 1.194 millones recibidos en 2023.

Con todo, uno de los datos clave de los presupuestos presentados por el Gobierno de Carlos Mazón para este 2025 tiene que ver con el déficit autorizado. La Generalitat presenta unos presupuestos con una previsión de déficit del 1,2% de su PIB, cifra muy superior al 0,1% autorizado por el Ejecutivo central. De hecho, el Consell solicita la reforma de Ley Orgánica de Sostenibilidad Financiera y Estabilidad Presupuestaria para adaptarla al Nuevo Marco Gobernanza Europeo.

La diferencia –se multiplica por 12- entre el déficit autorizado y el que presupuesta el Consell recuerda, aunque con una explicación obviamente distinta, el recurso que el Gobierno del Botánico repitió un año sí y otro también, de presupuestar unos ingresos (1.336 millones de euros) por la reforma del sistema de financiación autonómica que, en realidad, ni llegaron ni estaba previsto que lo hicieran. Lo que hace el Consell de Mazón ahora es presupuestar un déficit –que el Gobierno debe cubrir con FLA- muy superior al autorizado.

El Consell ha destacado, no obstante, que los presupuestos para 2025 vuelven a ser los más sociales, con un gasto en esta materia que alcanza los 19.590 millones de euros, frente a los 18.485 de 2024.