El proceso congresual abierto en Ciudadanos tras el batacazo en las elecciones del 10-N y el paso atrás de Albert Rivera en el liderazgo del partido ha derivado, en el ámbito de la Comunitat, en una pugna por el control de la formación. El Síndic de Les Corts, Toni Cantó viene reclamando mayor protagonismo orgánico –ya ha mostrado su voluntad de ocupar la portavocía autonómica que ejerce Fernando Giner– justo en vísperas de una cita, la del cónclave de mediados de marzo, que determinará si la formación naranja mantiene su actual modelo de partido, en cuanto a elección de liderazgos y estructuras regionales, o si opta por uno más similar al de los partidos tradicionales.
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En ese debate de calado, que implica elegir o no una renovación total en el modelo de partido, la posición de Cantó contrasta con la mostrada por otros referentes del partido en la Comunitat, agrupados bajo el liderazgo de la diputada nacional Marta Martín. La parlamentaria defiende una posición continuista, en línea con la del responsable de Acción Institucional y mano derecha de Inés Arrimadas, José María Espejo. Martín, referente indiscutible de Cs en la provincia de Alicante y principal rostro en Madrid de Cs-Comunitat Valenciana, estaría en disposición de asumir el liderazgo autonómico de la formación si el congreso de los días 14 y 15 de marzo decide mantener el actual modelo de elección de liderazgos regionales, con un protagonismo máximo de la propia dirección nacional.
Bien relacionada también con Jesús Gimeno, responsable de Acción Institucional en Cs-Comunitat Valenciana, y con algunos de los principales pesos pesados del partido, la dirección nacional podría optar por cederle a ella la portavocía autonómica -con esa denominación o con alguna otra que, en cualquier caso, implicaría el liderazgo regional- antes que al propio Cantó.
El portavoz parlamentario de Cs, que se ha mostrado muy crítico con el actual portavoz autonómico de la formación en la Comunitat, dispararía sus opciones si el congreso de marzo se inclina por un cambio de modelo, en línea con lo defendido por el líder del partido en Castilla y León, Francisco Igea. El principal referente crítico de Cs, que ya ha deslizado la posibilidad de presentar su candidata al congreso, defiende una formación «participativa, con democracia territorial, estrategia clara de centro, sin líneas rojas y con mucha más tolerancia en la discrepancia», entre otras exigencias.
El cambio en el modelo implicaría que la designación del liderazgo territorial no se produciría por parte de la dirección nacional, sino que serían los militantes de cada organización regional los que se pronunciarían. Las fuentes consultadas por este diario consideran que Cantó dispondría en ese caso de opciones claras de hacerse con los mandos del partido. De hecho, el portavoz popular se impuso en las primarias con un apoyo del 90% de los afiliados.
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Con este escenario sobre la mesa, la pugna para elegir a los 32 compromisarios que representarán a Cs-Comunitat Valenciana en el cónclave de marzo se antoja decisivo para determinar si la formación que encabeza Arrimadas mantiene su modelo u opta por acercarse al de los partidos tradicionales.
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