El PSOE persiste en su recurso a la absolución de Camps pese a la retirada de la Fiscalía

El exdirigente popular sólo tiene ya un pequeño escollo en el horizonte, el cierre definitivo de la última pieza del caso Gürtel, el sumario que aborda las irregularidades en las contrataciones de la Administración con la trama de Francisco Correa.

La sentencia absolvió a Camps y a los principales responsables de su Gobierno. De hecho, tan sólo condenaba a los miembros de la red delictiva y a los cargos intermedios que, además, habían aceptado una conformidad. El expresidente ha salido indemne de una decena de investigaciones judiciales.

Anticorrupción anunció su intención de recurrir el fallo, pero la Fiscalía del Supremo finalmente desistió. No es algo extraordinario que el responsable del Supremo, el que debe formalizar el escrito, se oponga a la petición del fiscal que celebró el juicio al apreciar, por ejemplo, escasas posibilidades de éxito o que no existe base suficiente para argumentar la casación. Esto es precisamente lo que sucedió en este supuesto.

No obstante, quedaba por descubrir la otra variable de la ecuación, la posición del PSOE. El partido socialista ejercía la acusación popular desde el inicio de esta causa. Se personaron en su momento a nombre de varios diputados valencianos, entre los que estaba Ana Barceló. Los primeros denunciantes del caso fueron Carmen Ninet, Cristina Moreno y Ximo Puig, entre otros dirigentes.

Desde el partido socialista han subrayado que las decisiones se han tomado siempre de manera compartida entre Valencia y Ferraz. Pero eso ha sido más una declaración de intenciones que una realidad demostrable. Madrid siempre ha llevado el mando de esa representación. La organización de Valencia, de hecho, desconocía las decisiones que se iban a adoptar más allá de decir que eran compartidas.

El PSPV continuará con su recurso a la sentencia que absuelve a Camps, según las fuentes consultadas por LAS PROVINCIAS. La representación se arriesga a una condena en costas, ahora más todavía tras el abandono de la acusación por parte de la Fiscalía.

Un partido político siempre trata de proteger unas cuentas económicas que no suelen ser boyantes. Pero desde los socialistas se insiste en que la sentencia carece de toda lógica al condenar por prevaricación a una serie de responsables sin que esto tenga traslación a los que estaban acusados por la Fiscalía. Es decir, la representación entiende que no se puede condenar por prevaricación y dejar sin castigo a los que tienen atribuciones para dictar una resolución. Esto será una de las bases del recurso.

La posición del PSOE evitará que la sentencia sea firme para todos los protagonistas de esta pieza, la última parte valenciana de la trama. El principal perjudicado, al menos mediáticamente, es el expresidente Camps. Su intención es regresar a la política, «a la primera línea», suele aclarar, y además hacerlo bajo las siglas del PP.

Pero no parece este un deseo de fácil materialización. Hasta la fecha, la respuesta oficial por parte del PP se ha demorado a la espera de que la sentencia sea firme. Pero la realidad es que la dirigencia actual no se encuentra cómoda con un posible regreso del exdirigente pese a que se admite que ha sufrido una persecución judicial.