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burguera
Miércoles, 11 de noviembre 2020, 23:52
La crisis en el seno del Botánico, con la vicepresidenta y líder de Compromís, Mónica Oltra, a la cabeza, continúa sin recibir atención por parte del PSPV, que achaca toda la crispación a un problema personal de Oltra. Para el partido del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, la vicepresidenta del Consell, ejerce de antagonista del líder socialista por algún tipo de agotamiento, un desgaste psicológico generado por la dureza de la gestión de la pandemia. Y nada más, pues aseguran que el resto de Compromís en el Gobierno valenciano no secunda a Oltra.
El síndic del PSPV y vicesecretario de los socialistas valencianos, Manolo Mata, afirmó ayer que el «incidente último» es «muy preocupante», las discrepancias manifestadas por Oltra en materia sanitaria. «El conflicto no es con Compromís», insistió el dirigente socialista, quien aseguró en una entrevista en À Punt que conoce a Oltra 30 años «y la quiero mucho», pero que su cuestionamiento de las medidas sanitarias o su queja de falta de consenso «se resolverán, pero hay que hacer una llamada a la sensatez, sin mensajes contradictorios». Mata recalcó varias veces que otros consellers de Compromís (mencionó a Marzà y Climent) han mostrado un talante conciliador. Delimitió el problema a Oltra, por extremar las negociaciones de los presupuestos hasta el último minuto, y tras lamentar que, según él, la vicepresidenta no llame a Puig, hizo una reflexión: «La pandemia nos está afectando a todos, psicológicamente. A los ciudadanos y a los gestores. Es muy duro». Un día antes, tras la Junta de Síndics, Mata achacó las discrepancias a las «situaciones afectivo-sentimentales que afectan a todos en una pandemia tremenda y de extrema dureza», y apuntó a que conoce a varios miembros del Consell que «no habrán dormido más de tres o cuatro horas (al día) desde marzo».
La bronca estalló en la fase final de la elaboración de los presupuestos. Oltra considera que la Conselleria de Hacienda, en manos del PSPV, hace y deshace a su antojo. El pasado viernes, además, la vicepresidenta discrepó con las medidas decididas por Sanidad y anunciadas por la consellera del ramo, Ana Barceló, y el presidente Puig. Sobre la elaboración de los presupuestos, Oltra no es la única que reclama mayor participación del Botánico en su conjunto para que no sea una gestión exclusiva del PSPV. Desde EU también señalan públicamente que hay cosas que cambiar, y su consellera, Rosa Pérez Garijo, está molesta con el modo en que el conseller de Hacienda, Vicent Soler, ha partido y repartido el presupuesto.
Oltra ironizó ayer con la interpretación de Mata sobre la situación. «Yo pensaba que el señor Mata era jurista. No sé si en estos años se ha sacado la carrera de Psicología. A mí me parece que hay que mantener las cuestiones en el ámbito que están, que es el político, y que hay que volver a las señas de identidad del Botánico que son el diálogo, escucharse mutuamente, respetarse y que las decisiones tienen que ser colectivas», indicó la líder de Compromís, quien también rechazó la idea de que el problema no es con la coalición: «Me he debido perder muchas cosas. No sabía que ahora el señor Mata hubiera pedido el carné de Compromís, pero si lo ha hecho será bienvenido».
«Es un problema político, no personal, ni entra en el ámbito psicólogico ni de ningún otro ámbito más que el político», recalcó Oltra, quien advirtió el lunes en una entrevista en À Punt que desde el 30 de octubre, cuando se aprobaron unos presupuestos que han destapado la desconexión total en el Consell, no ha podido hablar con Puig.
Casi dos semanas después de que explotase toda esta situación, ayer, la vicepresidenta admitió que seguía sin lograr establecer comunicación con el jefe del Consell. Como en aquella canción ligera de Roberto Carlos ('La distancia'), Puig y Oltra son presos del silencio de los que fueron y ya no son, y su relación muere sin que uno sepa del otro. Un dramón. ¿Quién debe descolgar el teléfono y decir, oye, tenemos que hablar? Pues Oltra aseguró ayer que ella lo intenta. «La petición de hablar está hecha», afirmó la vicepresidenta, quien desveló que ella ha tomado la iniciativa, sin precisar cómo: «Me he comunicado con él».
Desde «hace unos días» espera una contestación del líder. Puig, sin embargo, no está en esas. Preguntado por los desacuerdos con la vicepresidenta del Consell en cuanto a las medidas sanitarias adoptadas, Puig afirmó ayer en Castellón que está preocupado por la pandemia desde el inicio y que ha tomado siempre las decisiones de acuerdo a los expertos y atendiento a toda la realidad de la Comunitat. «Esa es mi preocupación», recalcó Puig.
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