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El proyecto para la nueva financiación que remitió el Gobierno central hace una semana no pinta bien. A pesar de que, de primeras, los socialistas ( ... tanto el conseller Vicent Soler como el presidente de la Generalitat, Ximo Puig) pusieron buena cara, ahora optan por la cara de póker. Y más, después de que el informe de Fedea (Fundacíón de Estudios de Economía Aplicada) haya situado a la Comunitat otra vez a la cola, como una de las regiones más perjudicadas en la asignación de fondos con esa propuesta. En cualquier caso, desde el PSPV se pone el acento en que se inicia ahora la negociación y se incide en que por fin se desbloquea el proceso para poner en marcha un nuevo sistema de financiación. Habemus propuesta. El problema es que la apuesta del Gobierno genera importantes dudas de si es buena o mala. Que esa incertidumbre no pueda despejarse ya es preocupante. Que las proyecciones iniciales vuelvan a dejar a la Comunitat a la cola aún acrecienta más esas dudas sobre qué pretende el Gobierno central.
Les Corts acogió el viernes la Comisión Mixta entre la Cámara y el Consell, donde se decidió encargar al Comité de Expertos la elaboración de alegaciones «desde la rigurosidad y el consenso» al documento del Ministerio de Hacienda «para adaptar mejor las necesidades de gasto de la Comunitat». La «mejora» ya permite deducir el escaso cariño que han recibido las reivindicaciones valencianas por parte del Gobierno central.
No lo ve demasiado mal el PSPV. Al menos, su portavoz en la Comisión Mixta, Sabina Escrig, que ayer valoró «positivamente» el documento presentado por el Gobierno que preside Pedro Sánchez, tras «siete años esperando», y resaltó este «primer paso que tenemos que hacer juntos» en busca de un sistema «justo para prestar servicios de calidad a la sociedad valenciana».
«Los y las socialistas valencianas valoramos positivamente la iniciativa del Gobierno central, que responde a la demanda que encabeza el Consell de Ximo Puig por reformar el sistema», reivindicó la la portavoz adjunta socialista, quien criticó que el PP no actuase cuando tuvo mayoría absoluta y resaltó que «por primera vez, tenemos un documento encima de la mesa a partir del cual podemos ponernos manos a la obra». Altos cargos de Compromís en el Consell admiten, sin embargo, la decepción que supone que la apuesta del Ejecutivo central no suponga, de inicio, una posición de notable mejora para la Comunitat, unas condiciones ventajosas que, a partir de ahora, se tuvieran que defender en la futura negociación. Parece que es al contrario, que la Comunitat vuelve a aparecer entre los perjudicados y tiene que remar otra vez contra los criterios prefijados por el Gobierno.
La vicepresidenta del Consell y líder de Cómpromís, Mónica Oltra, admitió el viernes que el informe de Fedea arroja una «foto fija» que «no puede ser» la «foto final», porque sera inaceptable. «Si el resultado fuera ese, que nos quedásemos igual o peor, para ese viaje no harían falta tantas alforjas», señaló la portavoz del Ejecutivo valenciano, que pedirá explicaciones al Ministerio.
«Hemos de estudiar minuciosamente lo que significa el proyecto. Queremos valorar positivamente que hay un borrador inicial, algo que no había pasado hasta ahora. Pero hay dudas encima de la mesa. Hay una entidad que hace una proyección (Fedea) y la Comunitat no sale bien parada. Esa no puede ser la foto final», indicó Oltra. La vicepresidenta, en cualquier caso, recordó que Fedea «es una institución que hace una proyección y no es el informe oficial. Hay cuestiones que hay que aclarar y, a partir de la certeza, opinar. Se opina antes de tener todos los datos». En el mismo sentido, el síndic de Compromís en Les Corts, Fran Ferri, consideró una «buena noticia» que se empiece a hablar, si bien lamentó que el proyecto del Ministerio es «ambiguo», «falta mucha información» y «hay muchas incógnitas». Algo en lo que abundó Joan Baldoví, para quien la apuesta del Gobierno es «tremendamente ambigua» y «preocupante». El diputado nacionalista en el Congreso, hace casi un mes, apareció como avalista de la propuesta del Ministerio y adelantó que supondría una «notable mejora» para la Comunitat. Si fuera «notable» e incluso si fuera una «mejora», Baldoví no habría tardado una semana en hacer su valoración.
Desde Unides Podem, el diputado Ferran Martínez también celebró que Hacienda haya «abierto el melón» del debate si bien reconoció que contiene «elementos cuestionables» a debatir.
Mazón critica el «engaño»
El diputado de Ciudadanos Tony Woodward criticó que desde el Ministerio «no se resuelve el problema» ni haya presentado una propuesta con datos actualizados. Desde Vox, Llanos Massó abogó por retornar «las competencias al Estado». En el PP, el diputado Rubén Ibáñez ha calificado la propuesta del Gobierno como «una tomadura de pelo». El presidente del PPCV, Carlos Mazón, criticó que «el único presidente (de una región española) que trata de engañarnos y contarnos lo que no existe es el presidente de la Generalitat (Ximo Puig). Vamos a seguir en la reivindicación como si no hubiera ocurrido nada porque, realmente, nada ha ocurrido. No hay avances, ni mejoras, ni compensaciones para la Comunitat. Hay motivos para reunir de nuevo a la plataforma por una financiación justa y para redoblar el esfuerzo. Lo que está ocurriendo es el engaño del engaño».
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