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M. Hortelano
Domingo, 17 de octubre 2021, 12:09
Ximo Puig se refugió en el PSPV el mismo día que el intento de varios barones (incluido él) por recuperar territorio en Ferraz de la mano de Susana Díaz salió mal. Ese día los presidentes autonómicos y secretarios generales se replegaron en sus territorios ... como zona segura y comenzaron una travesía por el desierto orgánico que ayer terminó para algunos de ellos, pero sobre todo, para el presidente valenciano. Ximo Puigha vuelto al PSOE, la casa madre del socialismo. Y lo ha hecho con honores. Los que le ha dado el secretario general del partido, Pedro Sánchez con una sucesión de gestos que a lo largo de estos tres días de congreso en Valencia han evidenciado que la sede de Ferraz vuelve a ser 'barones friendly'.
Y es que el 40 congreso del PSOE ha acabado siendo casi redondo para el presidente valenciano. Primero por la elección del cónclave, en Valencia, la Madrid del socialismo autonómico. Segundo, por la asunción en la ponencia política del partido de muchos de los debates que ha iniciado y liderado el presidente valenciano en los últimos meses (descentralización de las instituciones para que otros territorios fuera de Madrid puedan acoger sus sedes, declaración expresa de la abolición de la prostitución o apoyo a los trasvases). Eso sí, con la financiación, los avances han sido mínimos porque el PSOE vive su propia batalla interna que evitó que las enmiendas valencianas para pedir que se refleje la deuda histórica y que el criterio de la población ajustada sea el de base ni siquiera se debatieran y quedaran fuera de foco. De hecho, el presidente extremeño, ahora responsable de la Secretaría de Política territorial, Guillermo Fernández Vara, ha dado marcha atrás en la cumbre a la que el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, había invitado a algunos barones socialistas, para no ahondar en la crisis que este asunto provoca entre territorios. Puig, por ejemplo, ve positivas ese tipo de citas (él las ha mantenido con Andalucía, por ejemplo), pero Ferraz no quiere abrir ese melón.
Pero, si por algo el fin de semana ha sido bueno para Puig es porque el presidente ha reingresado en el PSOE de nuevo y ahora como barón de referencia, tras un congreso marcado por la unidad. Y prueba de ello es que el líder del PSPV vio la noche del sábado cómo los cuatro nombres que propuso para entrar en la ejecutiva federal fueron directos a la lista que confeccionó Pedro Sánchez para iniciar una nueva etapa en el partido. Cuatro cargos del PSPV en un total de 42 secretarios y vocales.
Las diferencias son más que notables sin nos remontamos al 39 congreso. En aquel momento, Puig no sólo no tenía ninguna interlocución con el recién elegido secretario general, sino que entre ambos se levantó un muro en el que las únicas llaves para traspasar el camino entre Ferraz y el PSPV lo tenía el entonces secretario de Organización, José Luis Ábalos, De hecho, ninguna de las cuatro personas que entraron entonces en la ejecutiva federal eran propuesta de Puig, líder de la federación valenciana. De hecho es que formaban parte de su oposición interna. Ese día, Puig dejó de influir en el PSOE y se centró en el PSPV y en la Generalitat. Del último día de ese congreso salió incluso la candidatura alternativa a todo un presidente autonómico que gobernaba la Comunitat Valenciana para la izquierda por primera vez en veinte años.
Pero, en este congreso actual, Puig no sólo ha podido hacer, sino que ha sellado en público, y jugando como local, una paz interna que se lleva trabajando años. El abrazo que se han dado en el escenario ambos secretario generales era impensable hace un tiempo. Las palabras de Puig hacia Sánchez, imposibles en otra época. «Nunca había sentido lo que he sentido estos días Nunca había acabado un congreso tan absolutamente feliz. Pedro, lo has conseguido tú. Has hecho el puzzle de los anteriores congresos sin dejar fuera una pieza Has conseguido que este sea el congreso de la fraternidad y de la unidad», ha dicho un emocionado Puig en su discurso de despedida del congreso. Un puesto simbólico al que, sin embargo, el presidente valenciano ha sabido sacar partido, y que ha empleado para hilar dos discursos ante el conjunto del partido que no tuvo ocasión de hacer ningún otro participante en el congreso.
Y esa sintonía con la organización se ha notado incluso en la confección de la lista del comité federal, el máximo órgano entre congresos, donde el PSPV tendrá a los cuatro valencianos que salen de la anterior ejecutiva federal, Susana Ros, José Luis Ábalos, Alejandro Soler y Andrés Perelló (por un acuerdo para que los que no continúan vayan a este órgano de manera transitoria), y al vicesecretario de relaciones institucionales del PSPV, Carlos Fernández Bielsa, al vicesecretario general, Manolo Mata, y a la concejala socialista en Alicante, Trini Amorós.
Por su parte, el secretario general del PSPV, Ximo Puig, ha celebrado que «la mirada valenciana se ve reforzada en la nueva ejecutiva, que refleja el deseo del partido por la unidad y cohesión de España». «Estamos muy satisfechos, no sólo por la presencia de los representantes valencianos en la nueva ejecutiva, sino también por la fraternidad y la capacidad de acuerdos de nuestro partido».
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