PSPV y Podemos hacen pinza para diluir a Compromís en temas verdes

Sólo unas horas después de que los líderes de PSOE y Unidas Podemos en España, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, sellaran con un abrazo el pacto de Gobierno con el que se pondrá fin al bloqueo político, en la Comunitat se comenzaron a sentir los primeros efectos de esa demostración afectiva. La comisión delegada de transición ecológica y sostenibilidad ambiental, presidida por el vicepresidente segundo del Consell, Rubén Martínez Dalmau, vivió el martes por la tarde una bronca entre socios en la que se escenificó por primera vez la sintonía que marcan los nuevos equilibrios dentro del Gobierno valenciano, con PSPV y Unidas Podemos de un lado y Compromís, de otro. De fondo, el control de las competencias en materia verde que recaen en la Conselleria de Agricultura y Emergencia Climática, en manos de la coalición nacionalista.

En la última reunión de la comisión delegada, Unidas Podemos puso sobre la mesa la aprobación de un reglamento de funcionamiento del propio órgano en el que se incluía un artículo que dejaba bajo el control de la vicepresidencia segunda los temas ambientales, en tanto en cuanto todos los asuntos verdes que el resto de consellerias quieran sacar adelante, tienen que llevar un informe preceptivo de la dirección general correspondiente, que pase por esta comisión delegada. Un cortafuegos que, de facto, dejaría en manos del órgano controlado por Martínez Dalmau, el control de los tiempos y el impulso de todas las políticas ambientales. Algo que hizo saltar todas las alarmas a los socios de Compromís, que semanas atrás habían conseguido ganar la batalla de las competencias medioambientales, tanto en el decreto de estructura, como en el Reglamento Orgánico de Funcionamiento de la Vicepresidencia, que quedaba vacía de estas materias. Con la propuesta de reglamento, la incomodidad entre socios fue tal que la reunión se acabó suspendiendo y se dio un plazo de 48 horas para negociar y retomar, hoy, el debate.

Por un lado, desde Vicepresidencia segunda se planteó la aprobación de un reglamento de la comisión delegada que delimitara el modo de funcionar del órgano y acotara el modo de proceder de las reuniones y las tomas de decisiones, según confirmaron fuentes de la delegada. El documento interno objeto de la polémica tiene apenas tres páginas que estaban sujetas a negociación. "El vicepresidente fue proactivo, trató de conciliar para que todas las partes estuvieran de acuerdo", aseguraron fuentes de la reunión. Pero los socios ven en la letra del reglamento un ataque en toda regla a las competencias de la consellera Mireia Mollà, que es quien tiene el respaldo del Diario Oficial de la Generalitat para ejercerlas, por lo que avisaron de su desacuerdo.

La realidad es que la comisión delegada de asuntos verdes es un mero instrumento de coordinación entre todos los departamentos que gestionan algún tipo de política ambiental o de transición ecológica, ya transversales a todas las áreas del Consell. Pero, según el decreto de creación de este órgano, ahí quedan sus atribuciones. Con el reglamento de funcionamiento de la comisión, los socios consideran que se quiere aprovechar para recuperar con un documento interno de menor rango que el decreto, unas competencias que no se incluyeron entre las que gestiona Martínez Dalmau. En el caso de, por ejemplo, la comisión delegada de Hacienda y Asuntos Económicos,un órgano equiparable, su convocatoria sí es preceptiva para que el Consell apruebe numerosos supuestos y normas "conforme a la legislación aplicable", porque así consta en el decreto de creación de este órgano. Hoy se retomará la negociación para ver si las desavenencias se resuelven.