El Consell anuncia un decreto urgente de ayudas tras la gota fría en la Comunitat

La Comunitat comienza a recuperar la normalidad tras el paso de una gota fría que ha golpeado con fuerza el litoral de Castellón, l'Horta Nord, Camp de Turia y Tavernes de la Valldigna. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció ayer que el pleno del Consell aprobará el viernes un decreto para ayudar a paliar los daños provocados por la lluvia.

La alerta por el temporal se dio por finalizada en una jornada en la que llegó la hora de hacer balance: el paso de tormentas ha dejado más de 3.700 emergencias en la región. Los bomberos de Castellón continuaban ayer con achique en garajes y viviendas mientras las inundaciones en carreteras secundarias persistían por el desbordamiento de algunos barrancos o los desprendimientos.

El presidente Puig prometió el auxilio económico a los pueblos damnificados durante su visita a Vinaròs, uno de los municipios más afectados tras pulverizar el viernes por la tarde el récord de lluvia torrencial en España. Registró nada menos que 159,2 litros por metro cuadrado en una hora. Los efectos fueron devastadores, si bien no hubo que lamentar víctimas. Los ayuntamientos, expuso, serán «los actores fundamentales para valorar las infraestructuras dañadas de carácter local». La Conselleria de Agricultura será la encargada de hacer «un análisis de los daños producidos en el campo».

Puig alabó el «comportamiento ejemplar» de la ciudadanía que, pese a los inconvenientes de medidas como el cierre de los colegios, entendió que la seguridad es «fundamental» y ayudó a que el episodio se haya saldado «sin ninguna víctima personal». Para el jefe del Ejecutivo valenciano, las lluvias «han tenido algunos beneficios por la sequía y el déficit pluviométrico» que sufre la Comunitat, aunque le hubiera «gustado que cayera de forma más razonable».

La Agencia Estatal de Meteorología levantó las alertas en nuestra región, con lo que Emergencias decretó el fin de la emergencia por el temporal. El paso de tormentas durante tres días se ha saldado con más de 3.700 incidentes. Desde los rescates de vehículos atrapados a los apagones, filtraciones en edificios públicos o inundaciones de calles, garajes, tiendas o carreteras de la región. Así lo cuantificó ayer Emergencias. Desde que la alerta se estableció el jueves, el teléfono 112 del organismo autonómico ha recibido más de 4.500 llamadas de ciudadanos en toda la Comunitat.

Mientras, bomberos de los parques de la Plana Alta y Baix Maestrat seguían ayer trabajando duro en los achiques en Alcossebre, Peñíscola, Vinaròs y Benicarló, tanto en garajes como en viviendas. «Hay garajes que han acumulado hasta dos metros de agua», describió Manolo Nicolás, responsable del servicio de información del Consorcio de Bomberos de Castellón.

En una urbanización de Alcossebre «la inundación llegó al techo de los garajes». Para devolver la normalidad emplean motobombas y electrobombas de extracción de gran caudal para sacar hasta 6.000 litros por minuto. Cuando se anegaron accesos del Hospital de Vinaròs sumaron cinco de estos aparatos «para evacuar hasta 12.000 litros por minuto». Nicolás fue testigo de la lluvia de récord en la localidad desde un todoterreno de los bomberos. «Daba igual que el limpiaparabrisas del coche estuviera al máximo. El agua caía como cuando el coche está en el lavadero».

Operarios de la Diputación de Castellón también trabajaban ayer en medio centenar de tramos de carretera afectados por embalsamientos, roturas o desprendimientos. Cuatro vías estaban cortadas por el desbordamiento de barrancos.