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A. G. R.
Domingo, 2 de junio 2024, 00:47
No es lo mismo hacer campaña en la Comunitat -por ejemplo Diana Morant- que un día de lluvia -habitual, por otra parte- en París. Pero cómo suele decirse toda ayuda es poca cuando los partidos andan ya en contienda electoral. Las europeas, tras las autonómicas ... de Galicia, País Vasco y Cataluña, son una buena piedra de toque. Ximo Puig aprovechó este sábado una invitación de la agrupación socialista de París para defender las políticas socialdemócratas y la utilidad de su ejercicio para reducir las desigualdades sociales. «A veces lo vemos desde un sentido negativista, pero se ha avanzado mucho en derechos y libertades», dijo.
Puig acudió a la sede de los socialistas, a un foro en el que hace unos días también estuvo Miquel Iceta, embajador de España en la Unesco. Puig también ejerce de embajador ante la OCDE en París. «No es un acto electoral», quiso aclara Puig. Pero lo cierto es que a una semana de elecciones, todo lo que diga un expresidente, no puede desprenderse de cierto sesgo electoral, pese a que carezca de cargos de relevancia en el actual organigrama del PSPV.
La agrupación socialista en el país vecino está formada por familiares de los exiliados históricos del PSPV, españoles que se fueron a Francia en busca de mejores oportunidades y estudiantes. Puig efectuó ante ellos una reflexión sobre la política, en líneas generales, y las virtudes que aporta al desarrollo de la sociedad. «Ahora, en este mundo tan convulso, hay que volver a la política», señaló.
De igual modo, al igual que ya hiciera en numerosas intervenciones en la Comunitat, defendió las salidas socialdemócratas a las crisis. Recordó cómo Europa salió de la crisis financiera de 2008-2012 y cómo se dejó atrás a muchas personas. En definitiva, se «diezmó el Estado del Bienestar». Frente a aquella situación, Puig reivindicó una salida más igualitaria, como la que ocurrió en la pandemia, y donde uno de los grandes «dogmas», el control de la deuda, se pospuso ante objetivos de mayor envergadura.
El exdirigente socialista alertó del neoliberalismo «disfrazado ahora como populismo» y propuso una visión más «progresista de la sociedad». En clave más internacional habló de la necesidad de una política industrial común -similar a la agraria- para poder defenderse de las grandes potencias como China y Estados Unidos. «Sólo más unidos podremos tener fuerza». En caso contrario, auguró muchos problemas.
No fue el único acto del día con sello valenciano. La vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, reivindicó al PSOE y al Gobierno de España como «la principal vacuna» y «antídoto» en Europa contra una derecha y ultraderecha «sin propuestas» y «envalentonada» que «se ha venido arriba» y que incluso se atreve a «poner en cuestión la socialdemocracia». «Hemos demostrado que había otro camino».
En este punto, cargó contra Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal a quienes acusó de estar «todo el día dale que te pego con la manivela de la máquina del fango». «Si les quitas eso, ¿qué tienen para Europa y para España?», cuestionó. En el acto también participó la secretaria general de los socialistas valencianos, Diana Morant.
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