Urgente Un incendio en un bingo desata la alarma en el centro de Valencia
Ximo Puig y Pedro Sánchez. E. P.

Puig espera que Sánchez le ayude a movilizar el voto progresista el 28-M

A diferencia del resto de barones que no acuden a la convención de Valencia, el líder del PSPV cree que la marca PSOE le suma

JC. Ferriol Moya

Valencia

Jueves, 13 de abril 2023, 12:58

La convención municipal que el PSOE celebra este fin de semana no venía en principio a Valencia. Madrid y Sevilla eran, en principio, las dos ciudades en las que la dirección federal de los socialistas había pensado inicialmente para la celebración de esta cita. Hace ... poco más de un mes, sin embargo, Ferraz decidió cambiar de opinión y traer hasta el cap i casal esta cita –dicen que tras una conversación entre altos responsable de la dirección del PSOE y de la federación valenciana-.

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El caso es que Sánchez visita este domingo Valencia. Y lo hace, según las informaciones que se han publicado, sin que esté prevista la presencia de un solo barón socialista más que el que ejerce de anfitrión, y que es el propio Ximo Puig. García Page, Lambán o Fernández Vara no tienen prevista su asistencia a una cita que se prolonga durante dos días aunque Sánchez únicamente estará en Valencia en la matinal del domingo.

Esa ausencia de los barones socialistas hace referencia no sólo al hecho de la proximidad electoral y a la necesidad de volcarse en la campaña electoral municipal y autonómica -«nadie va a ganar 4-0 en estas elecciones», señala un cargo socialista consciente del trabajo que tienen por delante candidatos y líderes del partido. También a esa percepción consolidada de que el discurso propio y la defensa de la gestión de cada uno de ellos pueden ayudar mucho más el 28-M que los actos de partido en compañía de líderes nacionales.

¿Y Puig? El líder de los socialistas valencianos también ha venido apelando a la gestión realizada por su Consell durante la última legislatura, convencido de que ese es el mejor aval para aspirar a la reelección. El mejor aval sí, pero no necesariamente el único. El Palau de la Generalitat considera que, a diferencia de lo que ocurría hace unos meses, la marca PSOE y la imagen del propio Pedro Sánchez se han recuperado. Ya no son un incómodo invitado del que mejor tratar de huir. El propio CIS confirma en sus estudios que más de la mitad del electorado se decantan por la marca del partido a la hora de decidir su voto, más que por el líder o el barón que en un momento puntual encabeza esa formación.

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La dirección del PSPV está convencida, a pesar de que el discurso de la derecha e incluso de Compromís durante la legislatura se ha centrado en poner de manifiesto la escasa sensibilidad del Gobierno central hacia la Comunitat, de que la marca no sólo no debe de esconderse, sino que hacerlo sería perjudicial para sus intereses. «La marca está ahí y la marca moviliza», se añade.

Y la movilización del electorado de izquierdas no es demasiado elevada. Más bien, todo lo contrario. Las encuestas sitúan el trasvase de votos de los socialistas hacia el PP en el entorno del 10%. Y añaden un dato si cabe más preocupante: el 25% del electorado socialista todavía no ha decidido si volverá a votar a este partido.

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De manera que movilizar al electorado, especialmente en los grandes núcleos de población como Valencia y su área metropolitana, y también Alicante, resulta clave para las expectativas electorales de los socialistas. En un escenario en el que se espera que el PP recupere buena parte de su espacio gracias a la desaparición de Ciudadanos, y con la brecha abierta en la izquierda con los problemas entre Podemos y el Sumar de Yolanda Díaz –más el impacto de la dimisión de Mónica Oltra-, al socialismo valenciano le conviene agitar la bandera de la convocatoria electoral y del miedo al PP para que su electorado acuda masivamente a las urnas el 28-M.

En pleno puente

No se trata tanto de amarrar el voto municipal, que también, como de estimular a los abstencionistas de perfil progresista para que acudan a votar. Las encuestas pronostican un resultado muy igualado. «El problema del PSOE no es tanto el PP, como la falta de movilización del electorado propio», se señala desde el propio PSPV.

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Y que mejor fórmula de movilización que exportar la imagen de que esa movilización ya es un hecho. Los socialistas valencianos han escogido un espacio abierto para la celebración de su convención. Una decisión peligrosa, que obliga a un gran esfuerzo para evitar el drama que supondría un pinchazo de asistencia a mes y medio de las elecciones. Parece poco probable que esa situación pueda llegar a producirse, pero el socialismo valenciano vive estos días una actividad frenética para tratar de garantizar una asistencia masiva el domingo por la mañana para arropar a Puig y Sánchez.

Una convocatoria con el inconveniente añadido del puente festivo -el lunes es San Vicente Ferrer-, que pone más cuesta arriba la convocatoria de afiliados y simpatizantes, y que obligará a amarrar la presencia de los cargos públicos del partido.

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