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En Madrid y desde Madrid. Allí y desde allí irradia el mal. Como si fuera Mordor, el país ficticio donde en 'El Señor de los ... Anillos' se sitúa lo peor de lo peor. En Madrid se bajan impuestos de manera que el resto de autonomías se empobrecen y los propios madrileños también. Y desde Madrid se distribuyen los fondos autonómicos que el Gobierno central reparte entre las regiones. Así lo ve el Botánico. En su lucha contra tanto mal, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, apeló este martes al Govern catalán.
Puig ofreció este martes en Barcelona una conferencia ('Societat de Respecte. La via valenciana per a l'entesa, la igualtat i la cohesió'), en un evento organizado por el fórum de opinión y debate Barcelona Tribuna, en el que colabora el periódico 'La Vanguardia' y presentado por el presidente de la Societat Econòmica Barcelonesa d'Amics del País, Miquel Roca.
Los independentistas catalanes viven en el país del 'procés' y no se manchan con el mundo de la política nacional. Sin embargo, el jefe del Consell les necesita. Ayer continuó insistiendo en la importancia de que Cataluña retorne a los debates vinculados al desarrollo de España. Para Puig, la posición del Govern debilita a la Comunitat tanto en su pulso frente a la política fiscal de Ayuso (bajada de impuestos que el socialista valenciano tilda de 'dumping') como en la negociación de la financiación.
El Govern escenifica desde hace años su indiferencia frente a ambos asuntos, pero Puig precisa de aliados e hizo un nuevo llamamiento a los vecinos del norte. Consideró que la presencia del Ejecutivo que lidera Pere Aragonés (ERC), con el que se reunió el lunes, sería la mejor forma de hacer fuerza contra las políticas que el PP ejerce desde Madrid y de doblar la mano al Gobierno central. El Ejecutivo de Sánchez se resiste tanto a cualquier asunto vinculado a la financiación que no es capaz ni de cumplir los plazos que él mismo establece siquiera para poner sobre la mesa un proyecto a debatir. El socialista valenciano equiparó el frentismo de los independentistas respecto a España con el «dumping fiscal» del que acusa al gobierno de Isabel Díaz Ayuso.
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«Parece que sea inevitable pasar por Madrid. No soy ni antimadrileño ni nada, pero no se puede justificar lo que ocurre. Está el 'procés' de aquí (el independentista) y el invisible (el centralista) y no me callaré. Hace años que se habla de la armonización fiscal en Europa, y ahora se ve con el impuesto de sociedades propuesto por el G-20… ¿Si se está mirando eso, no se hará lo mismo en España? Hace falta evitar la deslocalización promovida por el dumping fiscal, que es lamentable y ventajista. Lo del dumping lo dice hasta la OCDE y los que más lo sufren son las clases populares de Madrid, que es donde hay más diferencias», señaló Puig.
El presidente expresó su hartazgo frente a las noticias sobre la pugna por el poder en el PP: «¿Estamos todos preocupados por las luchas entre Ayuso y Casado? A mí me importa poco y me importa más el mercado laboral, la financiación, el corredor… Todo lo que pase en Madrid parece que marca la agenda, pero hasta la desconcentralización se la toman como un insulto. Es increíble. No estoy dispuesto a hacer como (Artur) Mas (expresidente catalán) y pasar pantalla. No. Ya se ha visto lo que le pasó».
Puig cimentó su intervención en el respeto a la diversidad, al diálogo, la justicia y la igualdad. En el posterior turno de preguntas, hizo hincapié en que el retorno de Cataluña al debate fortalecería las posiciones de regiones como la valenciana y las del resto de «la España periférica».
«Veo con esperanza su participación. Sería bueno para todos. Creo que ahora hay un ambiente distinto en Cataluña. Estamos en un momento de mirar el futuro sin ese talante rupturista. Hay que dar una oportunidad al diálogo. No hay salida en confrontación permanente», reflexionó Puig, quien advirtió que seguirá reuniéndose con Aragonés porque «Cataluña ha de participar, es fundamental que entre en el debate para distribuir los recursos y así atender a las competencias que residen en las comunidades autonónomas: Sanidad, Educación, Dependencia.... y hay que acabar con el dumping fiscal, es intolerable porque fomenta la deslocalización en las regiones infrafinanciadas».
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