A. De Juan
Viernes, 12 de julio 2019, 19:32
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró ayer en relación con la polémica generada por la quita de deuda aprobada por el IVF a un grupo al que está vinculado que se trata de «una situación en la que hay interés mediático y político por desgastar al presidente» y defendió que en este caso «más transparencia» que la que ha demostrado «es imposible».
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Preguntado si se plantea deshacerse de las acciones que posee en Mediterráneo, Puig aseguró desconocer dónde está el problema. «Yo no soy rico y mi único patrimonio es esto, que es producto de una indemnización por despido improcedente», aseguró. Y añadió que «siempre, preservando el interés general, estoy dispuesto a cualquier decisión, mi vida no ha estado vinculada precisamente al interés económico».
Sobre si dará explicaciones en Les Corts, apuntó que las explicaciones en el Parlamento se dan en función de esta institución, pero aseguró que él ha dado explicaciones «desde el minuto cero». Y que detalló «clarísimamente» cuál es su relación con una empresa a la que accedió «de manera accidental» al ser despedido.
El jefe del Consell aclaró que no es socio, ni lo fue nunca del Grupo Zeta y añadió que «es la empresa a la que el PP le dio un crédito que, es evidente, como se ha demostrado, no estaba suficientemente bien avalado, pero fue una decisión que se tomó en el pasado». Puig insistió que, preservando el interés general, está dispuesto a cualquier decisión, ya que su vida «no ha estado vinculada al interés económico».
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