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s. p. / M. E. ALONSO
Lunes, 12 de octubre 2020, 13:10
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, defendió ayer que «Madrid es España, pero España es mucho más que Madrid» y alertó de que «si las banderas no unen son símbolos inútiles para la convivencia». Puig aseguró que una «situación excepcional como la que estamos viviendo exige la máxima fortaleza de las instituciones para generar seguridad y confianza entre los ciudadanos». Puig se pronunció en estos términos duante el acto intitucional con motivo del Día de la Fiesta Nacional al que acudió ayer en Madrid.
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El jefe del Consell resaltó que las instituciones «no están para confrontar sino para cooperar. Utilizar la institución para la confrontación produce la desafección» ya ha agregado que la partidización de la institución actúa como un disolvente de la afección democrática». «España se fortalecerá en la medida que sea como es, con mas cohesión social y con mayor cohesión territorial», dijo. y avisó de que «el procés invisible es tan contraproducente como el procés catalán. España debe ser un espacio de convivencia».
Sin recepción oficial ni público y respetando las medidas sanitarias impuestas en Madrid. El coronavirus marcó este año la conmemoración del Día de la Fiesta Nacional que, por primera vez en 33 años, tuvo que prescindir del tradicional desfile militar por las calles de la capital. Con España golpeada por una segunda ola del virus, los eventos se vieron reducidos a un acto austero en el Patio de la Armería del Palacio Real, la misma ubicación donde se celebró el homenaje de Estado a las víctimas de la pandemia el pasado mes de julio.
Un acto de apenas cuarenta y cinco minutos que estuvo presidido por los Reyes, acompañados por la Princesa de Asturias y la infanta Sofía, y en el que se quiso rendir tributo a quienes luchan desde marzo contra el coronavirus en nuestro país. 'El esfuerzo que nos une' fue el lema elegido por Defensa, que quiso además tener un reconocimiento para los efectivos de la 'operación Balmis' que trabajan contra la propagación del Covid-19. Cinco militares y una guardia civil fueron condecorados por Felipe VI que, ataviado con el uniforme de capitán general del Ejército del Aire, quiso estrechar una a una la mano de los homenajeados. Tras la imposición de las condecoraciones, se rindió homenaje a los caídos bajo los acordes de 'La muerte no es el final' para cerrar con las acrobacias de la Patrulla Águila, que pusieron la nota de color tiñendo de rojo y amarillo el cielo del Patio de la Armería.
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