Puig, asediado por el retraso de la financiación y las condenas en Sanidad

Frente a las condenas al Consell por la falta de protección a los sanitarios, Madrid peor. Frente al proyecto de financiación del Gobierno que penaliza a la Comunitat, Rajoy peor. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, eludió este jueves los asuntos más espinosos en la gestión del Consell durante su comparecencia en Les Corts para someterse a la sesión de control parlamentario. Es la primera fiscalización del año, la primera desde hacía 77 días, un prolongado paréntesis que la oposición ha reprochado al jefe del Consell, para incomodidad de la bancada socialista.

El presidente de la Generalitat ha expresado su «respeto» a las sentencias que condenan la desprotección a los sanitarios valencianos durante la pandemia. Escasa alternativa tiene frente a los pronunciamientos del poder judicial. Sin embargo, tanto él como la vicepresidenta Oltra han replicado al PP que las condenas a la Conselleria de Sanidad no son las primeras que se registran en España, que la Comunidad de Madrid también ha sufrido un similar varapalo en los juzgados. Y Aragón. El Botánico, en este punto, no ha defendido su gestión, sino que ha buscado las comparaciones para disculparla o reducir los daños. Puig incluso ha recordado que ya pidió perdón por la desatención a las plantillas de los centros sanitarios. La síndica de los populares en el parlamento valenciano, María José Catalá, le ha recordado que un perdón no es un indulto. La dirigente del PP ha preguntado quién y cuándo asumirá responsabilidades por esas sentencias, algo que han reiterado sus compañeros de bancada en las repreguntas a Puig. Tres veces la misma pregunta sin recibir respuestas concretas.

Catalá, posteriormente, ha reiterado que ni Ana Barceló (consellera de Sanidad) ni Mónica Oltra (responsable de Igualdad y Políticas Inclusivas) deberían continuar en el Consell. Sin embargo, el tripartito no conjuga los verbos cesar y dimitir salvo en caso de extrema necesidad, que en siete años nunca se ha reconocido que obedezca a una mala gestión. El Botánico ha tenido la fortuna de no contar en sus filas con nadie que haga mal su trabajo.

La portavoz del PP ha reprochado a Puig que vaya a recurrir esas sentencias condenatorias que obligan a Sanidad a indemnizar a los sanitarios. Catalá también ha criticado que el tripartito «reclame a los sanitarios parte de esa paga extra que usted mismo (Puig) anunció aquí, es cutre». Los populares segmentan su discurso y lo orientan hacia la rama de la salud, donde las plantillas sufren un serio agotamiento a causa de la pandemia y la falta de refuerzos. Puig le recordó los tiempos de gestión del PP, que al parecer es un aval para que el Botánico haga ahora de su capa un sayo.

El Covid ha trastocado toda la hoja de ruta política del tripartito en esta segunda legislatura, la que empezó en 2019. Y junto al colapso total en Sanidad, por una cuestión conyuntural vinculada al coronavirus, la atención del Consell está puesta en el modelo de financiación que mantiene a la Comunitat a la cola de las autonomías españolas en cuanto al reparto de dinero por parte del Estado. Teóricamente, cuando se inició el segundo mandato del Botánico, la infrafinanciación era la máxima y esencial prioridad. Sin embargo, el proyecto del Gobierno conocido este pasado mes de diciembre, por fin, no mejora demasiado las cosas. El Consell inicialmente lo negó, pero posteriormente ha presentado un paquete de alegaciones para reorientar la apuesta del Ejecutivo de Sánchez. Desde Ciudadanos se pidió este jueves explicaciones ante las críticas de la ministra María Jesús Montero por las alegaciones de las comunidades autónomas a ese proyecto. Puig, sin embargo, no se da por aludido ni cuando le señala la oposición ni cuando Montero lamenta la actitud de las autonomías. El conseller de Hacienda, Vicent Soler, se ha encargado de hacer de muro de contención frente a las repreguntas de Ciudadanos por la débil posición de la Comunitat en el debate de la financiación. Soler consideró que las arremetidas de la oposición carecen de «coherencia», ya que cuando Mariano Rajoy tenía mayoría en el Congreso de los Diputados tampoco inició un proceso para solucionar la infrafinanciación de la Comunitat. Ya sea por incoherentes, ya sea por débiles, al final los valencianos obtienen el mismo resultado, un balance pésimo. El Consell se consuela con que la negociación se ha iniciando. El tripartito obvia ese proceso que ha comenzado pilla al Consell muy esquinado y sin apoyos que auguren un final feliz para la Comunitat.

Lo más concreto surgido en el discurso del presidente fue su intención de finalizar la legislatura y no adelantar elecciones, frente a las peticiones de Vox de que convoque a los valencianos a la urnas. Igualmente, Puig recicló unos cuantos anuncios de obras que comenzarán pronto, y aseguró que la Generalitat va a lanzar una convocatoria para que los ayuntamientos de hasta 20.000 habitantes y las mancomunidades puedan contratar a profesionales con la finalidad de conformar equipos para presentar proyectos financiables con fondos europeos.

• Temas
• Cortes valencianas
• Ximo Puig