Puig trata de recuperar la iniciativa política y baraja relevos en su Gobierno

Transcurrido poco más de un año desde las elecciones autonómicas que le permitieron revalidar la presidencia de la Generalitat, y superados los tres meses de estado de alarma consecuencia de la pandemia del Covid-19, Ximo Puig contempla la posibilidad de introducir cambios en su Gobierno. Un escenario con el que trataría de recuperar la iniciativa política y arrancar el nuevo curso, tras las vacaciones de verano, con nuevas iniciativas a concretar en el debate de política general del mes de septiembre.

El presidente valenciano trabaja con su núcleo de colaboradores más cercano en esa hoja de ruta. Fuentes del Consell consultadas por este diario aseguran incluso que el inquilino del Palau ya ha sondeado a algunos candidatos a incorporarse a la administración autonómica. Los relevos, de producirse finalmente, afectarían con toda seguridad al segundo escalón de la Generalitat, aunque en círculos socialistas se especula con la posibilidad de que afecte a alguno o a varios consellers socialistas.

El análisis que hacen destacados dirigentes socialistas vinculan este horizonte con la gestión del Consell del Botánico en esta segunda legislatura. Un año en el que las grietas entre los socios del Consell parecen cada vez más visibles, sin un programa de Gobierno que haya conseguido ilusionar y con la permanente falta de recursos financieros para hacer realidad nuevos proyectos. «No hay ideas ni más discurso que el de la financiación», reconoce un destacado dirigente de ese partido. Salvada la gestión de la crisis sanitaria del Covid-19, pero con la social y económica a las puertas y sin descartar los temidos rebrotes, el discurso del Gobierno valenciano requiere de un empuje que sirva de contrapeso a crisis políticas como la generada por la concesión de subvenciones públicas a productoras de televisión, como la que afecta al hermano del presidente.

La introducción de cambios en el Consell incorpora una lectura en clave orgánica. Al líder de los socialistas valencianos se le ha censurado desde su propio partido que no haya cedido espacio o responsabilidad alguna a miembros del PSPV que no pertenecieran a su entorno más cercano. Pese a retener el liderazgo en el congreso de Elche con un apoyo del 56%, la nómina de altos cargos socialistas en la administración autonómica se limita a la de quienes siempre le han dado su apoyo. Con un nuevo congreso a la vista -sin fecha aún, pero que tendrá lugar con toda probabilidad en 2021- y con un partido adormecido y que intuye síntomas de agotamiento en el Consell, introducir cambios se vislumbra como la única opción de recuperar cierta iniciativa política, aún en el caso de que Compromís, socio principal en el Gobierno valenciano, no hiciera lo propio.

La decisión final respecto a esos movimientos dependerá también del éxito en la búsqueda de esos relevos. En las filas socialistas se reconoce el desgaste político evidente en algunas carteras -se citan las de Sanidad, Hacienda e Innovación-, aunque eso no implique necesariamente que sus titulares vayan a dejar el puesto. De hecho, en todos esos casos existirían razones sobradas para que Puig, al que se le atribuye cierta falta de determinación para adoptar decisiones vinculadas a la destitución de sus colaboradores, optara por mantenerlos en sus puestos. Por ese motivo, parece más probable que los relevos, de producirse, se circunscriban al segundo escalón de la Administración.

Las fuentes consultadas subrayan que donde parece que Puig no tiene intención de introducir cambios es en Presidencia, convertida en sala de máquinas del Consell, donde apenas media docena de personas participan en la cocina de las principales decisiones del presidente.