Puigdemont dice que À Punt fortalece territorios de habla catalana

El primer día de emisión de À Punt no estuvo exento de polémica. Ni en sus primeras 24 horas, la nueva televisión pudo permanecer al margen de la refriega política. Fue un mensaje del expresidente de la Generalitat de Cataluña y ahora fugado, Carles Puigdemont, el motivo de la disputa. El político catalán lanzó el siguiente mensaje de felicitación por la nueva cadena a través de Twitter: «Máximo de aciertos como televisión pública» y que ojalá «contribuya a través de la libertad de información y opinión para enriquecer las relaciones entre los territorios de habla catalana, a su fraternidad y democracia». El exvicepresidente Oriol Junqueras, hoy en prisión, deseó suerte a la nueva cadena y consideró que su lanzamiento supone un paso más en la recuperación de las libertades. También generó comentarios en redes sociales el hecho de que la directora general Empar Marco vistiera de amarillo.

No tardó el mensaje de Puigdemont -todos sus comentarios en la red de microblogging tienen una enorme repercusión- en generar reacciones, en concreto, en el Partido Popular. Fue su máxima responsable, Isabel Bonig, la que de inmediato demandó amparo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que «frene en seco las pretensiones, injerencias y provocaciones de independentistas declarados hacia los valencianos».

La principal dirigente del PPCV cree que el mensaje de Puigdemont con la apertura de À Punt persigue un claro objetivo: «volver a intentar enfrentar a dos territorios y utilizar la lengua de todos los valencianos como elemento de confrontación». Según Bonig, con ese tuit, Puigdemont «no respeta la lengua ni el Estatuto de Autonomía».

«A los independentistas les ha costado sólo unos días dejar claro que quieren estrechar lazos con la Comunitat imponiendo su ideología», señaló la responsable de los populares. Al mismo tiempo, advirtió de que en menos de una semana «se ha evidenciado que el PP era el muro de contención de las ansias separatistas de los que no creen en la Constitución y de los que rompen las reglas del juego democrático, echan un pulso y dan un golpe de Estado a la democracia, a todos los españoles y a la Constitución».

Por este motivo, pidió al presidente del Gobierno y a la nueva ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, que no entreguen la región «a los separatistas» por «un puñado de votos en el Congreso». «No podemos permitir que el modelo independentista se repita en nuestro territorio» porque la defensa de la Constitución y la unidad de España está «por encima de cualquier ideología». Adelantó posibles acontecimientos: «Se empieza por un mensaje que no respeta nuestro Estatuto y se acaba regalando la Comunitat a los separatistas», insistió Bonig.

La dirigente del PP reflexionó acerca de «si detrás de estos mensajes se esconden pactos en la sombra que persiguen someter a la Comunitat Valenciana a una entelequia que solo existe en la mente de los que integran el Consell y que nada tiene que ver con los valencianos». A los acontecimientos de ayer se añaden las propuestas del conseller de Exteriores de Quim Torra de ofrecer la nacionalidad catalana a los ciudadanos de Baleares, Aragón y la Comunitat.

El diputado de Podemos, Iñigo Errejón, también dio su bienvenida a À Punt. «Los valencianos recuperan la televisión que el PP les robó. El cambio político funciona», proclamó.

El resto de declaraciones de políticos valencianos se situaron lejos del enfrentamiento. El portavoz del PSPV, Manolo Mata, aseguró que todos «estamos de enhorabuena» por las emisiones. «Será un éxito porque es nuestro y lo necesitamos», adelantó el responsable socialista. «Una televisión pública es una ventana a la libertad y a la pluralidad».

El síndico de Compromís, Fran Ferri, por su parte, ante el inicio de la cadena manifestó que los valencianos «hacemos mucho más que recuperar nuestro derecho a ser informados en valenciano. Hoy ganamos una televisión independiente, que reflejará el pluralismo de la sociedad». Este fue precisamente el deseo de la líder de Ciudadanos, Carmen Martínez, una televisión despolitizada y vertebradora.