La quita de la deuda vuelve a retratar el seguidismo del PSPV a Moncloa

La valoración negativa de la propuesta del Gobierno ha sido casi unánime. Los socialistas valencianos, sin embargo, han optado por defender la propuesta del ministerio que dirige María Jesús Montero. La ministra y líder del PSPV, Diana Morant, acusó el viernes pasado al PP y a la Generalitat de que le esté haciendo una «jugarreta» al Gobierno y pegándole una patada «en el culo» a los valencianos, «y no Pedro Sánchez», al rechazar la condonación de deuda a las comunidades autónomas.

Morant insistió en que la quita de la deuda es un hecho «histórico» y que, en el caso de la Comunidad Valenciana, los más de 11.000 millones de euros que le corresponde, son el «20%» de su deuda. Además, hizo hincapié en que esta quita ayudará a que las autonomías «puedan invertir más» en servicios públicos como los citados y «no subir presión fiscal a las clases medias». Otros portavoces del PSPV se han pronunciado, como no podía ser de otra forma, en términos similares.

Los exactamente 11.210 millones de quita de la deuda valenciana representan un 13% de los 83.000 millones totales que propone condonar el Gobierno a todas las CCAA del régimen común y supone condonar el 19% de la deuda total de la Comunitat -casi 60.000 millones- y el 24% de la «deuda justificada» por el mal funcionamiento del sistema de financiación, que asciende a 46.099 millones de euros. «Es decir, lo que se quiere condonar (los 11.210 millones) es una cuarta parte de lo que se debería», señala Juan Pérez, investigador del IVIE.

¿Y el PSPV? La posición de los socialistas valencianos vuelve a responder una vez más a esa necesidad de ajustarse al discurso que sale de Moncloa, sin tener en cuenta si esa posición coincide o no con las necesidades del territorio. Que Compromís también rechaza esa quita de la deuda es la prueba más evidente de que se trata de una condonación que no gusta a derecha ni a izquierda.

Pero al PSPV sí. La condición de ministra de la líder del partido, que en muchas ocasiones ha sido cuestionada desde el propio partido al entender que no podría mantener posiciones críticas con el Ejecutivo del que forma parte. Ocurre con la quita de la deuda, pero ha venido ocurriendo con todas y cada una de las decisiones adoptadas por el Gobierno de Sánchez en relación con la Comunitat. Morant no ha objetado el retraso en la llegada de ayudas a los afectados por la dana, no ha puesto en cuestión el silencio del presidente de la CHJ Miguel Polo, ni las ausencias del propio Sánchez de la zona cero ni el hecho de que Teresa Ribera se haya ido de vicepresidenta de la Comisión Europea sin haber visitado ni una sola vez desde el 29 de octubre la provincia de Valencia.

Y no solo con la dana. A Morant no se le conoce una sola posición crítica con el retraso en la reforma de la financiación autonómica, con la negativa del ministerio de Hacienda a conceder recursos a fondo perdido al Gobierno valenciano o con la cancelación del FLA extraordinadio para atender el exceso de déficit de la región. Tampoco ha cuestionado la financiación singular para Cataluña ni el resto de acuerdo alcanzados por el PSOE con los independentistas. Morant remarca su perfil como ministra del Gobierno de Sánchez, aunque sus posiciones no coincidan con los intereses del PSPV.